El primer ministro británico, Boris Johnson, subastó esta semana un suéter que formaba parte del vestuario de guerra del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky para recaudar fondos para Ucrania.
Después de una puja que comenzó en 62.000 dólares - “un recorte”, o precio barato, según Johnson-, el suéter verde oliva de estilo militar se vendió por 110.000 dólares el jueves pasado, según informaron los medios británicos. Durante el acto, Johnson llamó a Zelensky “amigo” y lo elogió como “uno de los líderes más increíbles de los tiempos modernos”. Los dos hombres se conocieron cuando Johnson visitó la capital de Ucrania, Kiev, en abril.
“No importa lo que Putin intente hacer al pueblo de Ucrania, nunca romperá su espíritu”, dijo Johnson, en referencia al presidente ruso Vladimir Putin. Johnson calificó la guerra de Ucrania como una lucha “clara”, “sin ninguna ambigüedad moral”, y defendió la resistencia de Ucrania a la invasión de la vecina Rusia.
La subasta “Brave Ukraine” fue organizada por la Embajada de Ucrania en Londres. Entre otros artículos, se incluyó una visita a la capital con su alcalde, Vitali Klitschko. “He hecho un recorrido por Kiev con el alcalde Klitschko. Es una ciudad preciosa. Merece la pena”, afirmó Johnson a los pujadores.
Zelensky también se dirigió a la multitud en el museo Tate de Londres a través de una conexión de video y habló del estrecho vínculo entre Gran Bretaña y Ucrania. “Rusia ha traído a Ucrania y a Europa problemas que no podíamos imaginar hace unos meses”, dijo, y pidió ayuda financiera. Dijo que Ucrania necesitaba hasta 7.000 millones de dólares al mes para cubrir su déficit presupuestario y más de 600.000 millones para los costes de reconstrucción.
Los discursos públicos de Zelensky, que se expresan con sencillez y son muy conocidos en las redes sociales, así como sus elecciones de vestuario, han contribuido a su popular imagen de hombre común, según algunos analistas.
Zelensky es un líder poco probable en tiempos de guerra. Saltó a la fama en una popular serie de televisión “Servant of the People” (“Servidor del Pueblo”) en la que interpretó a un honesto maestro de escuela que es elegido presidente y burla a los legisladores corruptos y a los oscuros empresarios.
Al ganar la presidencia de forma aplastante en abril de 2019, se comprometió a abordar la corrupción que ha arruinado la transición de Ucrania del comunismo a la democracia. Pero Rusia siempre ha planteado el mayor desafío a sus aspiraciones de construir un país europeo moderno, democrático y estable.
Su partido Servant of the People, llamado así por la serie de televisión, ganó una gran mayoría en las elecciones parlamentarias de julio de 2019 y Zelensky inicialmente buscó medidas de fomento de la confianza con Rusia en el este de Ucrania, incluido el intercambio de prisioneros.
Pero ese pequeño intento no duró mucho. Rusia, que en 2014 se apoderó de la península ucraniana de Crimea, siguió respaldando a los separatistas armados que luchan contra las fuerzas de Kiev en la región de Donbás, en el este de Ucrania, principalmente de habla rusa, en un conflicto que, según Zelensky, se ha cobrado al menos 15.000 vidas hasta la fecha.
Arriesgándose a la ira de Moscú, Zelensky cortejó a los líderes occidentales, incluido el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en conversaciones en la Casa Blanca el 1 de septiembre de 2021. “Todos deberían entender (...) que estamos en guerra, que estamos defendiendo la democracia en Europa y defendiendo nuestro país, y por lo tanto no pueden hablarnos con frases sobre reformas”, dijo Zelensky en una entrevista de junio de 2021. “Cada día demostramos que estamos listos para estar en la alianza (OTAN) más que la mayoría de los países de la Unión Europea”, apuntó.
Zelensky se montó en una ola de descontento público con la élite política corrupta de Ucrania hasta la victoria sobre el rico empresario Petro Poroshenko en 2019.
Cuando Reuters le preguntó antes de esa elección en qué se diferenciaba de otros aspirantes presidenciales, Zelensky se señaló la cara y dijo: “Esta es una cara nueva. Nunca he estado en política”. “No he engañado a la gente. Se identifican conmigo porque soy abierto, me duele, me enfado (...) Si soy inexperto en algo, soy inexperto. Si no sé algo, lo admito honestamente”.
Pero a pesar de sus promesas de frenar la influencia de los magnates en la política, Zelensky ha tenido que esquivar las sospechas de que es un títere de Ihor Kolomoisky, un oligarca cuyo canal de televisión transmitía “Servant of the People”.
En el tercer año de su presidencia y a y a más de 3 meses de la invasión, este actor devenido en político se está convirtiendo rápidamente en un héroe. “Zelensky está luchando como un león y toda Ucrania con él”, dice Sevgil Musaeva, periodista ucraniana y editora de Ukrainska Pravda, el principal sitio de noticias online del país.
“Zelensky es todo lo que Putin no es. Es joven y carismático. Ha sido acogido por su propio pueblo y por el mundo. Y lucha por su país no en nombre de una oscura fantasía imperial, sino por la convicción de que Ucrania es soberana e independiente”, sostuvo sobre él The Economist.
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