Xi Jinping persiguió a las grandes tecnológicas chinas y ahora depende de ellas para distribuir alimentos en medio de las protestas por el “covid cero”

Hay millones de personas confinadas en sus hogares debido al coronavirus. Cumplen su tarea pese a las pérdidas y la presión regulatoria, lo cual plantea algunas preguntas sobre un cambio de su naturaleza

Guardar
El logotipo de Alibaba Group se ilumina en su edificio de oficinas en Beijing, China, el 9 de agosto de 2021. (REUTERS/Tingshu Wang/archivo)
El logotipo de Alibaba Group se ilumina en su edificio de oficinas en Beijing, China, el 9 de agosto de 2021. (REUTERS/Tingshu Wang/archivo)

A medida que China lucha para contener la variante ómicron del coronavirus con confinamientos draconianos en todo el país, el régimen de Xi Jinping comienza a encontrar útiles las grandes tecnologías que persiguió sin piedad desde finales de 2020.

Mientras millones de personas no pueden salir de sus casas, empresas como Alibaba, JD.com y Meituan han construido sistemas de distribución eficientes, obteniendo productos frescos de los agricultores y reclutando ejércitos de trabajadores migrantes para hacer entregas rápidas.

Esto fue particularmente evidente en Shanghai, donde la mayoría de los 25 millones de habitantes han sido confinados durante semanas en sus casas, mientras la ciudad se enfrenta a un importante brote de covid.

Allí, las empresas de Internet han enviado a unos 20.000 repartidores para completar 2,5 millones de pedidos de comida al día en promedio, según datos citados por Bloomberg.

Los logotipos de los servicios de pago digital Alipay de Ant Group, una filial de Alibaba Group Holding y WeChat Pay de Tencent Holdings, se muestran fuera de un restaurante, en Hong Kong. (REUTERS/Tyrone Siu/Foto de archivo)
Los logotipos de los servicios de pago digital Alipay de Ant Group, una filial de Alibaba Group Holding y WeChat Pay de Tencent Holdings, se muestran fuera de un restaurante, en Hong Kong. (REUTERS/Tyrone Siu/Foto de archivo)

De esta manera, las grandes empresas tecnológicas están acudiendo al rescate del régimen de Xi Jinping, cuya gestión de la pandemia es cada vez más criticada por la población. Y lo hacen pese a que la presión regulatoria que comenzó en China a fines de 2020 hizo que las acciones se tambalearan y empresarios como Jack Ma desparecieran del mapa durante meses. Durante el último año, las empresas de tecnología han perdido hasta 2 billones de dólares en valor de mercado, el equivalente al 11 % del producto interno bruto de China, según estimaciones de Goldman Sachs citadas por Bloomberg.

La presión del régimen también fue acompañada por la exigencia de que estas empresas, que durante años gozaron de una tasa de impuesto a las ganancias corporativas muy favorable, pagaran más impuestos.

Aún así, el régimen le esté ahora pidiendo a las tecnológicas que brinden servicios esenciales que las compañías con fines de lucro normalmente evitarían. Por ejemplo, los servicios de entrega de comida durante los confinamientos probablemente se brinden con una gran pérdida, debido al costo que supone contratar repartidores y proporcionarles alojamiento.

Esto, advierte Bloomberg, plantea algunas preguntas sobre una posible mutación de la naturaleza de las empresas tecnológicas chinas: ya no serían más empresas que apuestan por la innovación, sino empresas de servicios públicos esenciales cada vez más controladas por el Partido Comunista chino.

Seguir leyendo:

Guardar