La izquierda francesa selló una alianza que podría bloquear al gobierno de Emmanuel Macron en el Congreso

Las próximas elecciones parlamentarias son una virtual tercera vuelta. El líder de izquierda Jean-Luc Mélenchon podría encabezar una coalición que impida el plan de reformas del presidente recientemente electo

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Jean-Luc Mélenchon, líder del partido
Jean-Luc Mélenchon, líder del partido de la oposición de izquierda La France Insoumise (Francia Insumisa - LFI)

En la noche del domingo al lunes, la izquierda popular y los ambientalistas acordaron una alianza para las elecciones legislativas de junio, un frente unido contra el presidente Emmanuel Macron en las elecciones parlamentarias del próximo mes de junio. Las negociaciones encaminadas podrían sumar al Partido Socialista y los Comunistas lo que seria un enorme problema para el plan de reformas del jefe de Estado recién reelecto.

Como corolario de la tradicional manifestación del Día del Trabajador en París, los líderes de izquierda sellaron esta coalición, la cual intentará que Macron, reelegido para un segundo mandato el mes pasado, tenga un frente común para frenar una mayoría de legisladores necesaria para sacar adelante una agenda legislativa proempresarial y proeuropea que también incluye un plan para subir la edad de jubilación.

Al adherir a la “Nueva unión popular ecológica y social”, han acordado una alianza electoral pero también un programa común, que los socialistas y los comunistas tendrán que aceptar si quieren unirse a esta coalición. Esto retoma las directrices del proyecto defendido por Jean-Luc Mélenchon durante la campaña presidencial.

Estas negociaciones no serán sencillas, en particular en relación con ciertos puntos del programa de La France Insoumise, el partido político de Mélenchon, que a partir de su propuesta “El Futuro en Común”, busca imponerse a sus potenciales aliados haciendo valer el 22% de votos que recogió en la primera vuelta de las presidenciales, mientras que ningún otro candidato de izquierda logró superar el 5 por ciento.

Los ecologistas (EELV) ya se han comprometido a defender determinadas medidas clave del programa “Insoumis”, en particular el congelamiento de precios, el establecimiento de una renta para estudiantes, el incremento del salario mínimo a 1.400 euros netos y la rebaja de la edad de jubilación a los 60 años. Estas iniciativas son compartidas por el ex candidato ecologista Yannick Jadot, que enarbolaba, entre otras intenciones, mantener la jubilación en los 62 años y aumentar el salario mínimo hasta los 1.500 euros.

Emmanuel Macron y Jean-Luc Mélenchon
Emmanuel Macron y Jean-Luc Mélenchon en el Palacio del Elíseo. Los macronistas creen que una unión de izquierdas permitiría polarizar y recuperar al votante reformistas y ecologista, que no sigue opciones radicalizadas

Para los socialistas, con muy mala performance durante el primer round presidencial, el camino para un sendero único es algo mas complejo. La idea de un acercamiento con Mélenchon molesta a muchos partidarios, pero en especial al ex presidente socialista François Hollande. Incluso, algunos socialistas hicieron publica un carta llamando a rechazar esta coalición.

Otro escollo habrá para cerrar filas con el Partido Comunista Francés (PCF). Las negociaciones quedaron estancadas al indicar que las propuestas de La France insoumise, en particular sobre el reparto de distritos electorales, “no nos permiten encontrar un acuerdo en este momento”. Sin embargo, las conversaciones seguían.

En este contexto, los sondeos para las parlamentarias del 12 al 19 de junio sugieren que un frente de izquierda alineado podrían triunfar y lograr la primera minoría. Esto permitiría controlar el órgano legislativo y bloquear los proyectos del ejecutivo, hasta el punto de exigir que el primer ministro surja de un acuerdo con esta alianza.

Jean Luc Mélenchon desea cerrar el frente, incluyendo a todas las formaciones de izquierda antes de este martes 3 de mayo. Una fecha muy simbólica que celebra el aniversario de la victoria del Frente Popular en las elecciones legislativas de 1936, siendo ese momento cuando la primera coalición de izquierdas gobernó Francia.

Mientras, para los macronistas la unión podría ser hasta una buena noticia. Otra elección polarizada pondría al presidente de la República como el guardián del orden y la razón. Una palanca para movilizar las tropas y atraer a los moderados. Una repetición de la segunda vuelta, donde el voto bloqueo a Marine Le Pen fue decisivo.

Un voto útil contra Mélenchon en las elecciones legislativas sería convocante. Para muchos franceses Mélenchon sigue dando miedo, algo que en términos electorales siempre es una oportunidad. No obstante, y así sea que fracase, el líder de izquierda podría convertirse en la primera oposición de la Asamblea.

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