El papa Francisco expresó hoy su profunda preocupación por la guerra en Ucrania y se preguntó “si se está verdaderamente buscando la paz”, mientras volvía a reclamar la evacuación segura de la metalúrgica de la ciudad de Mariúpol. “Sufro y lloro pensando en el sufrimiento de la población ucraniana, en particular en los más débiles, los ancianos y los niños. Llegan noticias terribles de niños expulsados y deportados”, denunció el pontífice desde la ventana del Palacio Apostólico tras el rezo del Regina Caeli, que sustituye al Ángelus en periodo pascual.
Y cuestionó: “Mientras se asiste a un macabro retroceso de humanidad, me pregunto, junto a muchas personas angustiadas, si se está verdaderamente buscando la paz, si existe la voluntad de evitar una continua escalada militar o verbal, si se está haciendo todo lo posible para acallar las armas”.
Francisco, que en cada comparecencia pública tiene palabras para la invasión rusa de Ucrania, pidió a los fieles que rezaran el rosario durante todo el mes de mayo para pedir la paz.
Y en concreto pidió corredores humanitarios seguros para evacuar a las personas que se encuentran dentro de la planta metalúrgica de Azovstal en Mariúpol, asediada por las tropas rusas. “Mi pensamiento va a Mariúpol, bárbaramente bombardeada y destruida. Ahora, y desde aquí, renuevo la petición de que aseguren corredores humanitarios para las personas de la acerería”, instó.
Francisco terminó insistiendo en la necesidad de la negociación: “Les suplico, no se rindan a la lógica de la violencia, a la perversa espiral de las armas, que se tome el camino del diálogo y de la paz”.
Hata este domingo, la ofensiva se concentra en el norte de la región: Moscú está cerrando progresivamente una tenaza, que desciende hacia Kramatorsk - “capital” de facto del Donbás controlado por Kiev - desde Izium, una ciudad del norte de Ucrania conquistada a principios de abril.
DÍA DEL TRABAJO
El papa Francisco denunció hoy la muerte de trabajadores en sus puestos, una “tragedia muy extendida, quizá demasiado”, advirtió desde la ventana del Palacio Apostólico en ocasión del Primero de Mayo, Día del Trabajador.
”Hoy es la Fiesta del Trabajo. Que sirva de estímulo para renovar el compromiso para que todos y en todos los lados el trabajo sea digno y que desde el mundo laboral venga la voluntad de hacer crecer una economía de paz”, dijo. Y agregó, ante cientos de fieles que le escuchaban desde la Plaza de San Pedro: “Quisiera recordar los obreros muertos en el trabajo, una tragedia muy extendida, quizá demasiado”.
Francisco también tuvo palabras para los periodistas de todo el mundo, en ocasión del Día Mundial de la Libertad de Prensa, que se celebra cada 3 de mayo, y lamentó los riesgos a los que se enfrentan por contar “las plagas de la humanidad”.
”Rindo tributo a los periodistas que pagan con su persona para servir este derecho. El año pasado 47 fueron asesinados y más de 350 encarcelados. Un gracias especial a todos los que, con valentía, nos informan de las plagas de la humanidad”, terminó.
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