Las impactantes imágenes muestran cómo el primer grupo de civiles emerge desde los túneles de la planta de Azovstal, un reducto de las últimas fuerzas ucranianas en la ciudad de Mariupol.
Se ven a mujeres y niños escalando una precaria escalera escoltados por personal de la Cruz Roja, armados solo con banderas blancas.
El video muestra cómo el contingente sale de la zona en un bus sin ventanas y cómo atraviesan la ciudad completamente devastada. Además, se observa la negociación de la CRuz Roja para permitir el paso y los rostros de desencajados de los evacuados.
La planta es el último símbolo de resistencia de los ucranianos en la golpeada ciudad porturia, completamente ocupada por las fuerzas de Putin, que la bombardearon hasta devastar todoa su estructura.
Escondidos en los túneles de la fábrica, resisten soldados ucranianos y cientos de civiles, muchos de ellos heridos.
Desde que comenzó la ocupación, el gobierno de Zelensky, la ONU y numerosos líderes mundiales intentan lograr un alto al fuego para garantizar la evacuación de los civiles pero en cada una de esas oportunidades, Moscú violó el alto al fuego. Este fin de semana, por fin, se abrió una ventana en la que los soldados rusos permitieron la salida de civiles escoltados por la Cruz Roja Internacional.
Las condiciones de vida en la red de túneles bajo la fábrica de acero, fueron descritas como atroces. Y todas las autoridades consultadas confirman que quedan suministros básicos, como agua y alimentos, para muy pocos días. Lo que vuelve la situación más dramática aún.
Hoy, finalmente, Volodymir Zelensky confirmó la noticia que el mundo esperaba: “Ha comenzado la evacuación de civiles de Azovstal. El primer grupo de unas 100 personas ya se dirige a la zona controlada. Mañana nos reuniremos con ellos en Zaporizhzhia. ¡Agradecidos con nuestro equipo! Ahora ellos, junto con la ONU, están trabajando en la evacuación de otros civiles de la planta”.
El mensaje abre la expectativa de que el corredor permanezca abierto en los próximos días para lograr que más gente huya del infierno de Mariupol.
El destino de los civiles de esta ciudad estratégica ha centrado la atención de los líderes mundiales.
Este domingo, el Papa reiteró su petición de que se abran corredores humanitarios seguros durante el rezo del Angelus en la Plaza San Pedro del Vaticano. “Mis pensamientos están con la ciudad ucraniana de Mariupol, ciudad de María, bombardeada y destruida de una forma bárbara”, dijo el pontífice.
Imágenes de satélite de la firma estadounidense Maxar, tomadas el viernes, muestran la devastación de Mariupol, con casi toda Azovstal destruida.
La invasión lanzada por Rusia el 24 de febrero ha dejado miles de muertos y millones de desplazados y los países occidentales y sus aliados se han movilizado para entregar ayuda bélica a Ucrania y han impuesto duras sanciones para Rusia.
“No hay que dejarse intimidar por matones”, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en una rueda de prensa en Polonia, tras visitar Ucrania el sábado, donde se reunió con el presidente Zelensky.
Pelosi -que es el tercer cargo de representación más importante de Estados Unidos, después del presidente y la vicepresidenta- expresó la solidaridad “inequívoca” de su país con Ucrania. “Estados Unidos es un líder en el sólido apoyo a Ucrania en la lucha contra la agresión rusa”, tuiteó Zelenski para acompañar un video donde se le ve recibiendo a Pelosi y a la delegación del Congreso a las puertas de la presidencia en Kiev.
Zelensky celebró las “señales muy importantes” dadas por Estados Unidos y el presidente Joe Biden, quien pidió el jueves al Congreso 33.000 millones de dólares más para Ucrania, de los cuales 20.000 millones se destinarán a armamento, casi siete veces más que la cantidad de armas y municiones ya suministradas a ese país desde que comenzó la invasión rusa.
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