Rusia continuó este viernes su ofensiva en las regiones orientales y meridionales de Ucrania un día después de bombardear Kiev durante la visita del secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
El primer bombardeo en la capital desde mediados de abril se produjo después de la visita de Guterres a Bucha y otras ciudades en la periferia de Kiev, escenario de presuntas atrocidades, donde pidió a Moscú “cooperar” con la Corte Penal Internacional a fin de “establecer las responsabilidades”.
El presidente ucraniano Volodimir Zelensky denunció que “cinco misiles” cayeron sobre Kiev. Estos ataques “dicen mucho sobre los esfuerzos de los dirigentes rusos para humillar a la ONU y a todo cuanto esta organización representa”, añadió.
Periodistas de AFP vieron un edificio en llamas, con una densa columna de humo negro escapándose por las ventanas rotas mientras policías y socorristas trataban de controlar la situación. Según los servicios de emergencia, diez personas resultaron heridas por el ataque.
Guterres quedó “conmocionado” pero “a salvo”, dijo un portavoz de Naciones Unidas, Saviano Abreu, y denunció que “esto ocurrió cerca de allí donde estábamos”.
El responsable del gabinete presidencial ucraniano, Andriy Yermak, pidió que se retire a Rusia el derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Llegado el jueves a Ucrania tras una visita a Moscú, Guterres se entrevistó con Zelensky y lamentó que el Consejo de Seguridad no haya podido impedir ni paralizar la guerra lanzada el 24 de febrero por Rusia.
Horas antes del bombardeo en Kiev, el presidente estadounidense Joe Biden solicitó al Congreso 33.000 millones de dólares de ayuda adicional para respaldar a Ucrania frente a “las atrocidades y agresiones” rusas.
EL BALANCE
En más de dos meses de invasión, “más de 8.000 casos” de presuntos crímenes de guerra han sido identificados por los investigadores ucranianos, indicó la fiscal general Iryna Venediktova al medio alemán Deutsche Welle.
“Diez soldados de la 64ª brigada rusa de fusileros motorizados, perteneciente al 35º ejército, han sido inculpados” por presuntos crímenes de guerra en Bucha, anunciaron sus servicios.
Rusia señaló un montaje ucraniano en esa ciudad, que apareció con numerosos cadáveres con ropa de civil en la calle, pero Naciones Unidas afirmaron haber documentado “la muerte, incluidas algunas por ejecución sumaria”, de 50 civiles.
La coordinadora de Naciones Unidas en Ucrania anunció por su lado que partía hacia el sur del país para preparar un intento de evacuación de la ciudad portuaria asediada de Mariupol, caída casi por complejo bajo control ruso.
La ONU hace “todo lo posible” para evacuar a los civiles del “apocalipsis” de Mariupol, dijo Guterres, asegurando que la población de esta ciudad suroriental “está en una situación de desesperada necesidad”.
Desde allí, el batallón ucraniano Azov indicó en Telegram que un hospital militar había sido bombardeado en el complejo industrial de Azovstal, donde se han atrincherado los últimos resistentes.
La sala de operaciones se hundió y los soldados que estaban siendo tratados murieron o quedaron heridos, añadió.
SITUACIÓN EN EL SUR
En paralelo al ataque en Kiev, el punto más caliente del conflicto se encuentra en el este y el sur de Ucrania, objetivo prioritario de la nueva fase de la campaña rusa.
“El enemigo intensifica su ofensiva. Los ocupantes efectúan bombardeos prácticamente en todas las direcciones” con una actividad particularmente intensa en las regiones de Kharkiv y del Donbás, señaló el Estado Mayor ucraniano.
Según este mando, el ejército ruso trata de impedir el traslado de las fuerzas ucranianas del norte hacia el este.
El gobernador de Kharkiv, Oleg Sinegubov, indicó en Telegram que cinco personas murieron en bombardeos en la ciudad y su región, pero señaló que las tropas rusas que intentan avanzar desde la cercana Izium sufrieron “fuertes pérdidas y fueron forzadas a retirarse”.
En el Donbás, la región minera oriental donde Kiev combate desde 2014 a separatistas prorrusos, “la situación es muy difícil” en Limán, “todo el municipio está rodeado”, indicó a AFP Andriy Pankov, jefe de la región administrativa de Kramatorsk.
Según él, casi la mitad del territorio municipal está ocupado por tanques y columnas rusas procedentes de Izium.
Y en Jersón, la única ciudad de importancia tomada por los rusos desde el inicio de la invasión, la nueva administración anunció el jueves que quería introducir el rublo como divisa en vez de la grivna local a partir del 1 de mayo.
“Un acto de anexión y una violación grave de Rusia” de la Carta de las Naciones Unidas, denunció Liudmila Denisova, encargada de derechos humanos en el Parlamento ucraniano.
Ante estos ataques, un consejero de la presidencia ucraniana dejó entender que podrían atacar objetivos militares en Rusia. “Ucrania se defenderá por todos los medios, incluido con ataques en almacenes y bases de asesinos rusos”, dijo Mijailo Podoliak.
(Con información de AFP)
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