Ante una serie de ofensivas rusas en la autodeclarada república separatista de Transnistria, las fuerzas de defensa de la región de Odesa han reforzado la protección de la frontera estatal con Moldavia, aseguró a través de su canal de Telegram Serhii Bratchuk, portavoz de la administración militar regional de Odesa.
“Las fuerzas de defensa continúan realizando tareas de combate en la protección y defensa de Odesa y la región. En particular, hemos reforzado la protección de la frontera estatal con la llamada Transnistria, donde continúan las provocaciones rusas para crear ciertos centros de tensión para la región de Odesa”, dijo Bratchuk.
Según él, anoche no se registraron bombardeos en la región. El 27 de abril, una unidad de defensa aérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania derribó un drone ruso Orlan-10 sobre Odesa, que estaba recopilando información sobre instalaciones e infraestructuras militares.
En el Mar Negro, Rusia está reagrupando barcos y sigue bloqueando la navegación civil, reportó el portal Ukrinform.
El temor a una posible agresión rusa en Moldavia está en aumento después de que las autoridades prorrusas de Transnistria hayan denunciado varios ataques en su territorio, que muchos expertos ven como operaciones de falsa bandera para justificar actos de desestabilización.
“Es evidente que se trata de una provocación por parte de los servicios secretos de Transnistria, que están subordinados al FSB ruso”, dijo a la agencia EFE en referencia a la inteligencia rusa (ex KGB) el analista político moldavo Victor Ciobanu, que justifica su afirmación con varios elementos.
Por una parte, explicó Ciobanu, ninguno de los ataques -contra la sede del servicio secreto, en un aeródromo, contra antenas obsoletas de telecomunicaciones y cerca de un depósito de armas- causó víctimas o tuvo consecuencias importantes.
Además, las autoridades separatistas han responsabilizado a Ucrania de estos ataques, pese a que no existen indicios y Kiev ha negado cualquier implicación en los hechos.
Dónde es Transnistria y cuál es su estatus actual
La región predominantemente de habla rusa encajada entre el río Dniéster y la frontera con Ucrania se separó de Moldavia después del colapso de la Unión Soviética.
En 1992, los separatistas libraron una guerra con el gobierno pro-occidental de Moldavia, que terminó con cientos de muertos y la intervención del ejército ruso del lado de los rebeldes.
En un referéndum de 2006 -que no fue reconocido por la comunidad internacional-, el 97,1% de los votantes apoyó unirse a Rusia, lo que asestó un duro golpe a las esperanzas de Moldavia de seguir a Rumania y otros estados ex comunistas de Europa del Este en incorporarse a la la Unión Europea.
Tensión diplomática
Estos incidentes se producen después de que Moldavia protestara la semana pasada por unas declaraciones del general ruso Rustám Minnekáev en las que aseguraba que Rusia aspira a ocupar todo el sur de Ucrania hasta llegar a Transnistria.
El general también repitió sobre Transnistria uno de los argumentos del Kremlin para justificar la invasión de Ucrania: la supuesta “opresión” de la población rusófona, mayoritaria en este territorio rebelde que es formalmente parte de Moldavia pese a ser un Estado de facto desde 1991.
Se calcula que Rusia tiene estacionado de forma permanente en Transnistria un contingente de unos 1.500 efectivos, además de varios depósitos de armas.
Según analistas consultados por EFE, Rusia podría haber activado a estas tropas para que participaran desde el oeste en la toma del puerto ucraniano de Odesa, a menos de 100 kilómetros de Transnistria.
(Con información de EFE)
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