El gobierno de EEUU afirmó el jueves que la inteligencia rusa estuvo detrás del ataque ocurrido a principios de este mes contra el ganador del Premio Nobel y destacado periodista ruso Dmitry Murátov, quien había criticado la guerra del Kremlin contra Ucrania.
Después de varios días de análisis, la inteligencia estadounidense concluyó que el incidente fue obra de la inteligencia rusa, según afirmó un funcionario que habló bajo condición de anonimato al diario Washington Post.
“Estados Unidos puede confirmar que la inteligencia rusa orquestó el ataque del 7 de abril contra el editor en jefe del Novaya Gazeta, Dmitry Muratov, en el que fue salpicado con pintura roja que contenía acetona”, dijo el funcionario estadounidense en un comunicado.
El episodio ocurrió el 7 de abril pasado, cuando Muratov, editor del periódico independiente Novaya Gazeta, fue atacado por un desconocido que le arrojó pintura a la cara cuando se disponía a tomar un tren de larga distancia desde Moscú con destino a Samara.
Como resultado del ataque, sus ojos resultaron con una quemadura química. “Cuando estaba en el compartimento me han arrojado pintura. Me pican muchísimo los ojos”, escribió entonces en el canal de Telegram de su periódico.
Murátov explicó que, debido al fuerte olor a pintura en el vagón, la salida del tren con destino a Samara, en el sur del país, fue retrasada.
“Intentaré lavarme”, escribió en su comentario, que está acompañado de un selfie en el que aparece con la cara y pelo completamente rojos, al igual que sus brazos y ropa, y también la mesa y la cama de su compartimento.
El agresor gritó: “Muratov, toma por nuestros muchachos”, en referencia a las fuerzas rusas que luchan en Ucrania.
Muratov, honrado con el Premio Nobel de la Paz el año pasado junto con la periodista filipina Maria Ressa, fue noticia en varias oportunidades después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, anunciara su invasión a Ucrania el 24 de febrero pasado.
El editor de 60 años convocó a un amplio movimiento contra la guerra, afirmó que los ucranianos no eran enemigos de Rusia y publicó un número de Novaya Gazeta tanto en ruso como en ucraniano. Un titular gigante de primera plana decía: “Rusia está bombardeando Ucrania”.
El periódico continuó saliendo incluso después de que Putin firmara una ley de censura a principios de marzo que amenazaba con hasta 15 años de prisión para quienes publicaran lo que Rusia llamó información “falsa” sobre sus fuerzas armadas.
Finalmente, Novaya Gazeta, el último medio independiente de Rusia, anunció su cierre temporal a finales de marzo debido a las advertencias del regulador ruso de comunicaciones, presiones que le habían hecho renunciar semanas antes a la cobertura de la contienda.
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