Las explosiones e incendios en depósitos de municiones y de petróleo ocurridos en Rusia en los últimos días muestran que el Kremlin está comenzando a “pagar las deudas” por su invasión ilegal, dijo este miércoles Mykhail Podolyak, uno de los principales asesores del presidente de Ucrania,
“Las regiones de Belgorod, Voronezh y Kursk ahora también están comenzando a estudiar activamente un concepto como ‘desmilitarización’”, dijo en Telegram Podolyak, usando irónicamente uno de los términos usados por Putin para justificar la invasión de Ucrania. “¿Cómo explicarlo? Muy simple. Si ustedes (los rusos) deciden atacar masivamente a otro país, matar masivamente a todos allí, aplastar masivamente a personas pacíficas con tanques y utilizar almacenes en sus regiones para asegurar las matanzas, tarde o temprano tendrán que pagar las deudas”.
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, en las regiones fronterizas rusas se han producido incendios en depósitos de petróleo y depósitos de municiones y explosiones, incluso cerca de edificios residenciales. En varios casos, las autoridades locales informaron de bombardeos desde el lado ucraniano.
Al respecto, Podolyak dijo que las explosiones ocurren “por diferentes razones”, sin especificar cuáles.
“Hasta la intervención divina en los asuntos de los pecadores que asesinaron masivamente a personas en Mariupol ucraniano durante la Semana Santa”, dijo.
“El desarme de los almacenes de asesinos de Belgorod-Voronezh es un proceso absolutamente natural, natural”, agregó. “El karma es una cosa cruel”.
Aunque Ucrania aún no se ha responsabilizado directamente de estas acciones, los expertos creen que Kiev está llevando la guerra hasta detrás de las líneas enemigas con la ayuda de hackers y partisanos.
Los sabotajes dentro del territorio ruso se vienen sucediendo desde comienzos de este mes.
En la madrugada del martes, ardió el depósito de combustibles de Bryansk, operado por la estatal rusa Transneft, y que forma parte del oleoducto de Druzhba que lleva petróleo a Europa. La prensa rusa informó que fueron dos explosiones, la primera se registró en el depósito principal de 10.000 toneladas de combustible, y la segunda en unos tanques de uso militar que contenían otras 5.000 toneladas.
De acuerdo al canal Baza de la red Telegram, asociado a las fuerzas de seguridad rusas, el incendio fue provocado por dos drones ucranianos.
En la región de Bryansk hubo otros ataques. Varios misiles estallaron contra una línea de edificios residenciales que dejaron siete heridos. Y a fines de la semana pasada descarriló allí un tren que se dirigía hacia el sur con material bélico. La policía local dijo que había sido un accidente por el deslizamiento de tierra sobre las vías, pero el gobernador de la región de Kursk informó que inmediatamente después del descarrilamiento, dos drones ucranianos habían sido derribados en esa zona, dentro del territorio ruso.
El primer golpe de la resistencia ucraniana por detrás de las líneas enemigas, del que tengamos información, ocurrió el 1 de abril cuando un helicóptero disparó contra otro depósito de combustible en la ciudad rusa de Belgorod, que se levanta inmediatamente después de la frontera frente a la ucraniana Kharkiv. Doce días más tarde, allí en las afueras de esa misma ciudad, fue atacado un nudo ferroviario por donde están llegando los suministros para las tropas que lanzaron la ofensiva en la región del Donbás.
El jueves pasado se desarrolló una operación mucho más compleja en la ciudad de Tver, a 130 kilómetros al noroeste de Moscú. Allí se prendió fuego el Centro de Investigación Aeroespacial, donde se desarrollan los sistemas de defensa rusos. Esta acción, aparentemente no fue provocada por misiles o drones, sino que habría actuado un escuadrón de saboteadores infiltrados. La versión oficial difundida por la prensa estatal moscovita habló de un cortocircuito como la causa del incendio. Murieron 17 personas y otras 25 resultaron heridas.
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