Ucrania alertó este miércoles que prevé “semanas extremadamente difíciles” en la guerra contra Rusia, que se apresta a lanzar una “ofensiva de gran envergadura”.
“Nos aguardan unas semanas extremadamente difíciles”, escribió el ministro de Defensa ucraniano, Oleksiy Reznikov, en Facebook. “Rusia ya ha concentrado fuerzas para una ofensiva de gran envergadura en el este de Ucrania” y tratará de “ocasionar tantos daños como le sea posible”, provocando “destrucción y dolorosas pérdidas”, agregó.
Además, dijo a los ucranianos que “en los próximos días necesitaremos toda nuestra resiliencia y nuestra extraordinaria unidad”. También señaló que estas semanas “determinarán el futuro de nuestro país”.
En el tercer mes desde la invasión rusa de Ucrania, Moscú centró sus esfuerzos de guerra en el este y en el sur del país.
Kiev admitió avances de los rusos en el este del país, donde las tropas de Vladimir Putin se apoderaron de varios pueblos de la región del Donbás.
Por su parte, el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, aseguró este miércoles que el objetivo de Rusia es ocupar la capital de Ucrania e invadir todo el país, pese a que actualmente ha redistribuido sus tropas para lanzar una ofensiva en el este.
“Los rusos tratan de ocupar todo el país. Hace unos años, pensábamos que el objetivo era Crimea, y no lo es. (Pensábamos que eran las regiones de) Donetsk y Lugansk, y no lo es. El objetivo sigue siendo Kiev, la capital de Ucrania, porque la capital tiene un estatus simbólico, es el corazón del país”, dijo Klitschko en una rueda de prensa tras intervenir telemáticamente ante el Comité Europeo de las Regiones.
No obstante, “estoy más que convencido de que ganaremos”, aseguró el alcalde, aunque dijo no saber cuándo terminará la guerra.
“No es una lucha fácil. Ahora estoy deprimido porque, para ser honesto, no veo la luz al final del túnel. No sé cuánto durará esta guerra. Estoy más que convencido de que ganaremos esta lucha, pero no sé, nadie sabe, cuánto durará. ¿Semanas, meses? Espero que no años”, dijo Klitschko.
El alcalde afirmó que los ucranianos están luchando “por cada uno” de los europeos: “Porque defendemos los mismos valores, defendemos nuestro futuro, porque no sabemos hasta dónde llega la ambición imperialista que tiene Rusia”.
“Quizás Eslovaquia, quizás la República Checa, quizás Alemania, quizás tienen la loca idea de reconstruir la República Democrática Alemana, porque el presidente de la Federación Rusa (Vladímir Putin) estuvo mucho tiempo como espía en la antigua RDA”.
Klitschko confió en que Ucrania gane la guerra porque, aunque “los rusos tienen más soldados, más equipamiento, más potencial, todo el mundo debe entender que los soldados rusos vienen a Ucrania por su dinero y nosotros defendemos a nuestras familias y a nuestros niños”.
“Un antiguo combatiente me contó una vez -dijo el alcalde- que no importa lo grande o lo fuerte que seas, es más importante el espíritu y la voluntad de vencer. Los soldados ucranianos tienen una gran motivación para defender a su familia, y ganaremos esta guerra porque es nuestra patria”.
Según Klitschko, “la vida está volviendo a Kiev” y afirmó que “la prioridad, ahora mismo”, es ofrecer a los ciudadanos servicios como electricidad, agua, calefacción, transporte público, algo que “ahora mismo, no es tan fácil como antes de la guerra”, en una ciudad en la que se han destruido, según detalló, más de 120 edificios.
Aún así, “la primera prioridad para nosotros es parar la guerra y después, la segunda etapa es reconstruir todo el país. Estaremos muy contentos de llevar a cabo un Plan Marshall para reconstruir”, señaló.
Putin advirtió este miércoles que Rusia responderá con un ataque “relámpago” a cualquier injerencia estratégica en lo que ocurre en Ucrania, escenario desde hace dos meses de una campaña militar rusa. “Si alguien, insisto, se dispone a interferir en los acontecimientos en marcha y crea amenazas estratégicas inadmisibles para Rusia, deben saber que nuestros ataques de respuesta serán relámpagos, rápidos”, aseguró durante una intervención ante el Consejo de Parlamentarios en San Petersburgo.
(Con información de AFP y EFE)
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