(Enviado especial a Ucrania) El último informe de la Oficina de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas asegura que 2.665 civiles fueron asesinados entre el 24 de febrero de 2022 - cuando comenzó la invasión ilegal de Rusia a Ucrania- y el pasado 24 de abril. El dossier de la ONU ya fue presentado a la alta comisionada Michelle Bachelet y a continuación fue enviado al despacho de Volodimir Zelensky en Kiev.
Los números de las víctimas civiles son provisorios, pero confirman los innumerables crímenes de lesa humanidad cometidos por las tropas rusas que responden a las órdenes directas del Kremlin.
Infobae accedió al dossier que recoge la tragedia causada por la invasión de Rusia contra Ucrania, y en sus tramos más importantes revela lo siguiente:
1. “Se registraron 5.718 damnificados en el país (Ucrania): 2.665 fueron asesinados y 3.053 heridos”.
2. “El total de 2.665 muertos incluyen 855 hombres, 563 mujeres, 59 niñas, 69 chicos, y 67 niños y 1.052 adultos cuyo sexo aún se desconoce”.
3. “los 3.053 heridos incluyen 355 hombres, 284 mujeres, 64 niñas, 71 chicos, 161 niños y 2.118 adultos cuyo sexo aún se desconoce”.
4. “En las regiones de Donetsk y Luhansk controladas por el gobierno hubo 1.136 asesinatos y 1.132 heridos, mientras que en los territorios de (Donetsk y Luhansk) controlados por las auto-proclamadas repúblicas hubo 81 muertos y 341 heridos”.
El informe de la Oficina de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU establece una precisión que exhibe las consecuencias dramáticas del constante bombardeo de misiles rusos sobre la población civil de Ucrania.
Al respecto, el dossier argumenta lo siguiente: “En otras regiones de Ucrania (la ciudad de Kiev, Cherkasy, Chernihiv Kharkiv, Kherson, Kiev, Mykolaiv, Odesa, Sumy, Zaporizhzhia, Dnipropetrovsk, Poltava and Zhytomyr regions), las cuales estaban bajo control del gobierno, murieron 1.448 personas y fueron heridas otras 1580. La mayoría de los damnificados registrados fueron causados por el uso de explosivos de largo alcance, los bombardeos con artillería pesada y los múltiples cohetes y misiles lanzados desde el aire”.
Esta precisión del informe de la ONU, que explica la sostenida ofensiva aérea de Putin, se complementa con otro dato que implica la profundidad de la tragedia desatada por el Kremlin hacia fines de febrero.
“La Oficina de la Alta Comisionada de los DDHH de la ONU cree que estas cifras son consideradamente altas, aún cuando la recepción de la información desde algunas zonas con intensa hostilidad ha sido retrasada y muchos reportes están todavía pendientes de corroboración. Estas preocupaciones, por ejemplo, se dan respecto a Mariupol (Donetsk region), Izium (Kharkiv region), and Popasna (Luhansk region), adonde hay acusaciones referidas a numerosos damnificados civiles”, completó el dossier que leyó el presidente Zelensky.
Es decir: entre el 24 de febrero y el 24 de abril se asesinaron a 2.665 civiles. Y el número puede trepar inexorablemente.
La información que tienen Bachelet y Zelensky servirá para cumplir con los objetivos de la comisión investigadora que se creó en el Consejo de Derechos Humanos a instancias de la Argentina. Esa comisión integrada por tres figuras internacionales inobjetables tienen un plazo de un año para probar las responsabilidades del régimen ruso en las constantes violaciones a los derechos humanos cometidos en Ucrania.
“Se trata de una comisión histórica porque es la primera vez que se investigará sobre violaciones a los derechos humanos a un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (Rusia). Por lo tanto, el rol histórico de la comisión es lo que tenemos que preservar. La Comisión trabajará en el terreno, juntará sus evidencias, y luego presentará su informe”, explicó a Infobae Federico Villegas, presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
En Ucrania, la comisión ad hoc para investigar las supuestas atrocidades cometidas por Rusia ya está trabajando. Esa información clave se remitirá a Ginebra, mientras se continúa recopilando los indicios que permitirían probar la masacre avalada por Moscú al este de Ucrania.
Por las evidencias que se conocen, el genocidio en Bucha sería sólo un antecedente de la tragedia que el Kremlin habría cometido en Mariupol, una ciudad portuaria al este de Ucrania que agoniza a merced de Putin.
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