Estados Unidos y Rusia llevaron adelante un intercambio de prisioneros este miércoles, que incluyó a un veterano de la Marina encarcelado en Moscú y un narcotraficante ruso convicto que cumple una larga condena en el país norteamericano, según dijo un alto funcionario estadounidense.
El trueque sorpresivo hubiera constituido una maniobra diplomática notable en tiempos de paz, pero fue tanto más extraordinaria por cuanto la guerra rusa en Ucrania ha hundido las relaciones entre Washington y Moscú a su nivel más bajo en décadas.
Rusia liberó a Trevor Reed, un ex marine de Texas que fue detenido en 2019, después de que las autoridades rusas dijeran que había agredido a un agente mientras era conducido por la policía a una comisaría, tras una noche de mucho alcohol. Reed fue posteriormente condenado a nueve años de prisión, aunque su familia ha defendido su inocencia y el Gobierno estadounidense ha reiterado que fue detenido injustamente.
Mientras que Estados Unidos aceptó devolver a Konstantin Yaroshenko, un piloto ruso que cumple una condena de 20 años de prisión federal en Connecticut por conspiración para introducir cocaína en el país norteamericano, tras ser detenido en Liberia en 2010 y luego extraditado.
Estados Unidos no espera ninguna mejora en las relaciones con Rusia y mantendrá su total apoyo a Ucrania a pesar del canje de prisioneros con Moscú, dijo un funcionario estadounidense.
“No representa ningún cambio, cero, a nuestra estrategia ante la espantosa violencia en Ucrania”, afirmó el alto funcionario a periodistas. “Las discusiones con los rusos que llevaron a este canje estuvieron estrictamente limitadas a esos asuntos, no a una conversación más amplia o incluso el inicio de una”, afirmó bajo anonimato.
Rusia intentó concretar su regreso durante años, mientras rechazaba los pedidos de altos funcionarios estadounidenses para que liberaran a Reed, que se acercaba a su milésimo día de detención y cuyo estado de salud había empeorado recientemente, según su familia.
Un alto funcionario estadounidense, que habló con The Associated Press bajo la condición de anonimato por no estar autorizado a hacerlo bajo su nombre, dijo que el caso Reed era de “prioridad” para el gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por razones de salud, entre otras. El funcionario dijo que Yaroshenko había cumplido la mayor parte de su condena.
Añadió que fue una decisión difícil, pero que valió la pena.
La cancillería rusa dijo que el trueque de Reed por Yaroshenko fue “el resultado de un largo proceso de negociación”.
(Con información de AP y AFP)
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