Un equipo de la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos llegó este lunes a China para preparar la visita el próximo mayo de la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, declaró hoy el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China Wang Wenbin.
El propósito de la visita es “promover los intercambios y la cooperación”, aseguró Wang, que añadió que China “se opone al uso de esta visita para la manipulación política”.
En marzo, Bachelet anunció un acuerdo con el régimen de Xi Jinping para visitar el país asiático, un viaje que incluiría la región de Xinjiang (noroeste), donde cientos de miles de miembros de la etnia musulmana uigur fueron recluidos en campos de internamiento desde 2017.
“Mi oficina y el Gobierno de China han iniciado trabajos concretos para la visita, que se prevé en principio para el próximo mes de mayo”, subrayó entonces Bachelet en su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Grupos de derechos humanos y numerosos gobiernos han condenado las prácticas de China contra los uigures y otras minorías musulmanas en Xinjiang, donde en el último lustro se cree que cientos de miles de personas podrían haber sido recluidas en lo que Pekín denomina “centros de capacitación vocacional”.
El régimen de Xi Jinping defiende sus acciones como parte de un plan de mejora socioeconómica de Xinjiang, región golpeada en la pasada década por varios atentados terroristas de corte yihadista.
Bachelet también se refirió en marzo a la situación de algunos activistas por los derechos humanos en el país asiático: “Algunos de ellos han sufrido restricciones de sus movimientos, por ejemplo mediante el arresto domiciliario, y en ciertos casos han recibido sentencias de prisión”, denunció la expresidenta chilena.
Un reciente informe de la organización Amnistía Internacional declaró que la situación de los derechos humanos en toda China “ha seguido empeorando”.
(Con información de EFE)
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