El 22 de abril, cerca del mediodía, un whatsapp de la oficina de Volodimir Zelensky ingresó al celular del fotógrafo Franco Fafasuli, que enviado por Infobae para cubrir la guerra de Rusia contra Ucrania esperaba un tren que lo llevaría de Lviv a Kiev. El whatsapp estaba escrito en inglés, tenía una prosa críptica, y alentaba el sueño de todos los periodistas que duermen poco en Ucrania: lograr una cita con Zelensky para preguntar sobre la invasión ejecutada por Vladimir Putin.
“El 23 de abril, 2022, habrá un evento de preguntas y respuestas organizado por la Oficina del Presidente de Ucrania para los medios nacionales e internacionales. La información sobre el horario del evento, el lugar de reunión, etcétera, será proveída en la carta que confirmará la acreditación”, informaba el mensaje que Fafasuli había recibido en su chat personal.
Un día más tarde, la Oficina del Presidente remitió un mail oficial de tres líneas. También era misterioso y podía implicar el sueño cumplido del enviado especial a Ucrania. “Por favor, lo esperamos el 23 de abril a las 17.00 en la Avenida Khreshchatyk 19-a. Usted tiene que venir con su pasaporte y su credencial de periodista. Podría no haber señal de celular en el lugar del evento”.
Khreshchatyk 19-a no es la entrada de ninguna dependencia oficial. Es la puerta de una estación de subte que está tabicada por unas 30 bolsas de arena. La estación se llama Khreshchatyk, como la avenida, y comparte medianera con una casa de comidas rápidas.
A la hora señalada -17 horas del sábado 22 de abril-, una larguísima fila de periodistas, camarógrafos y fotógrafos esperaba que dos empleadas del Gobierno y cinco militares chequearan en una lista de computadora y un celular de 300 dólares su identidad personal y su acreditación profesional.
La hilera iniciaba en Khreshchatyk 19-a, la conferencia de prensa se haría en un andén del subte y Zelensky sería el único protagonista de la noche.
Todos los misterios del evento habían sido develados.
Cuando se entraba a la estación de subte, un reten de cuatro oficiales orientaba a los periodistas hacia una escalera mecánica con estilo soviético. Es decir: eterna, lenta y montada a una profundidad suficiente para evitar las bombas de Adolf Hitler y el Tercer Reich.
La escalera desembocaba en un amplio descanso -escuela arquitectónica Josef Stalin-, que tenía instalado cuatro detectores de metales. Parecía la entrada a un aeropuerto ubicado en Medio Oriente. Concluido el proceso de seguridad -tres minutos-, los enviados especiales se subieron a otra escalera mecánica que iba rumbo al centro de la tierra.
Ciento veinte segundos más tarde, cuatro asistentes de la Oficina del Presidente chequeaban -de nuevo- la identidad de los periodistas y le entregaban una credencial escrita en ucraniano y una página blanca con el nombre del medio.
Para los cronistas nacidos en Occidente, la credencial sólo tenía una frase que se podía leer sin dificultad: 23.04.2022. Y respecto a la página blanca con el nombre del medio, nadie podía entender su significado e importancia.
-¿Para qué sirve esta hoja de papel con la palabra Infobae impresa en letras de molde color negro?-, preguntó este enviado especial a Sergii Nykyforov, vocero de Zelensky.
-Es fácil. Cuando empiece la conferencia de prensa, todos los periodistas levantan el cartel con el nombre del medio y yo elijo quien pregunta-, contestó Nykyforov.
-¿Por qué lo hicieron bajo tierra, en una andén de metro?
-Fue para proteger al Presidente Zelensky. Estamos debajo de dos vías de metro. Es una refugio perfecto.
-Todavía están pasando los trenes..
-Sí. Ya van a parar...
Zelensky contestó preguntas por casi dos horas. Su vocero Nykyforov habilitaba al periodista, y luego se mantenía callado.
De América Latina, sólo Infobae preguntó en la conferencia de prensa convocada para los medios nacionales e internacionales que cubren la guerra ilegal desatada por Putin.
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