Los supermercados de todo Reino Unido impusieron una serie de límites en la adquisición de aceite de cocina debido a los problemas de suministro que ha provocado la guerra en Ucrania, lo que a su vez eleva el precio de productos populares como las papas fritas.
Esto ocurre debido a que la mayoría del aceite de girasol que se consume en el país procede de Ucrania, lo que generó un problema de escasez y distintas dificultades en la cadena de abastecimiento. También se vieron afectados el aceite de oliva y el de colza.
Datos recientes mostraron que el aceite de cocina es uno de los alimentos básicos cuyo precio se disparó. El precio de los aceites y grasas para cocinar subió un 7% desde el comienzo de la guerra y es casi una cuarta parte más caro que hace un año, dijo la Oficina Nacional de Estadísticas el 13 de abril.
La mayorista Tesco, por ejemplo, solo permite la compra de tres artículos por cliente. El minorista más grande del Reino Unido asegura que tiene una buena disponibilidad de aceite de cocina, pero en su sitio web hay una pequeña cantidad de aceites vegetales agotados.
Waitrose y Morrison, por su parte, no dejan comprar más de dos envases por persona, según informó la cadena británica Sky News. Waitrose dijo que estaba “supervisando de cerca la situación” y trabajando con sus proveedores “para garantizar que los clientes continúen teniendo opciones de aceites de cocina”.
Un vocero de la cadena Sainsbury ha explicado que no tienen previsto limitar la compra y Asda tampoco ha impuesto ninguna normativa al respecto.
Además de ser un elemento básico de la alacena en el hogar, el aceite de girasol también se puede encontrar en cientos de productos, desde comidas preparadas hasta papas fritas, galletas y mayonesa.
“La guerra en Ucrania ha afectado a los suministros de aceite de girasol en Reino Unido”, explicó un portavoz del Consorcio de Minoristas Británicos, Tom Holder.
Además, Holder añadió que la medida era temporal y tenía el objetivo de “garantizar la disponibilidad para todos”.
También aseguró que los minoristas estaban “trabajando con los proveedores para aumentar la producción de aceites de cocina alternativos, para minimizar el impacto en los consumidores”.
Tom Lock, fundador de The British Snack Company, que fabrica papas fritas para la venta en pubs, dijo a The Guardian que después de las papas, su otro ingrediente clave era el aceite de girasol.
“El aceite de girasol es el estándar de la industria para snacks”, dijo Lock, quien explicó que la empresa se vio obligada a cambiar al aceite de colza. “Es imposible conseguir aceite de girasol en cualquier cantidad. Simplemente no puedes conseguirlo. Hemos obtenido suficiente colza para llegar a agosto, pero estamos pagando el triple de lo que pagábamos por el aceite de girasol hace un año”.
Lock dijo que era inevitable que los aumentos de precios se traspasaran al cliente: “Ya hemos hecho un aumento de precio a nuestros clientes este año”.
Los tanques y misiles rusos que asedian Ucrania también amenazan el suministro de alimentos y los medios de subsistencia de personas en Europa, África y Asia que dependen de las vastas y fértiles tierras de cultivo de la región del Mar Negro, conocida como el “granero del mundo”.
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