Los civiles que se encuentran en el interior de la fábrica de acero Azovstal en Mariupol son vecinos de la planta y familiares de los trabajadores que conocen los intrincados pasillos en varios subsuelos. Llegaron allí huyendo de los intensos bombardeos rusos que se suceden desde hace más de un mes y después de que se les impidiera la salida desde Mariupol hacia el oeste del país.
Llevan semanas sin alimentos, calefacción ni medicinas. Imágenes subidas a la red Telegram muestran salones repletos de chicos, mujeres y ancianos con rostros deprimidos después de tantos días de encierro.
Este sábado, se conoció un video desde el interior de la fábrica, que muestra a mujeres y niños que dicen que “se están quedando sin fuerzas” y necesitan ser evacuados urgentemente al territorio controlado por Ucrania.
De acuerdo a lo que consignó The Guardian, las imágenes fueron tomadas el jueves. Las mujeres dicen que 15 niños viven en túneles debajo de la planta, cuyas edades van desde bebés hasta adolescentes. Están atrapados junto con sus familias y otros civiles, incluidos los trabajadores de la fábrica.
El video muestra a varios niños, uno aparentemente haciendo la tarea en un libro para colorear, rodeado de ropa y camas improvisadas. Una niña con capucha dice que está desesperada por volver a ver la luz del sol y respirar aire fresco después de semanas viviendo en el encierro: “Estuvimos jugando con el teléfono pero queremos ir a casa, queremos ver el sol”, afirmó.
En tanto, un pequeño expresó: “Hola, veo que viniste y quiero decir algo. Realmente, lo que todos queremos es volver a casa. Queremos volver con vida a ver a nuestros padres. Oh, no a nuestros padres… a nuestras familias”; mientras que otro niño con gorro añadió: “Realmente los extrañamos”.
También se oye a un soldado que subraya: “Ahora somos todos amigos y, una vez que nos vayamos de aquí, continuarán siendo nuestros amigos”.
Una mujer no identificada dijo que ha pasado 50 días bajo tierra, desde el 25 de febrero, el segundo día de la invasión de Ucrania por parte del ejército de Vladimir Putin. Otros narran que se refugiaron en la planta a principios de marzo, mientras las fuerzas rusas golpeaban sus apartamentos con artillería y ataques aéreos.
“La comida y el agua están casi terminados”, siguió la mujer, con la gente “al borde del hambre”. “Todas las provisiones que trajimos se están acabando. Pronto no tendremos suficiente comida ni para los niños”, recalcó.
Y agregó: “Estamos aquí y necesitamos ayuda. Estamos en el epicentro de los acontecimientos y no podemos salir. Mi hijo necesita ser evacuado a un área pacífica y otros también. Pedimos garantías de seguridad para nuestros niños”.
“Nos preocupamos por la vida de nuestros hijos y padres ancianos que requieren atención médica. Se están quedando sin fuerza y poder vital. No hay un solo día sin bombardeos. Tienen miedo incluso de ir al baño”, concluyó.
El gobierno de Ucrania está tratando de establecer un corredor humanitario que permita a los civiles dentro de la planta salir de forma segura pero las fuerzas de Putin por ahora lo impiden.
Azovstal tiene una larga historia relacionada con la industrialización de la Unión Soviética. Fue creada en 1930 por decisión del Presidium del Soviet Supremo de la Economía Nacional de la URSS y entró en la línea de producción en 1933 cuando su alto horno sacó la primera plancha de hierro. En enero de 1935 se puso en marcha la producción de acero cuando comenzó a funcionar el primer horno basculante de 250 toneladas, un adelanto tecnológico significativo para la época.
Seis años después, con la ocupación nazi, la planta fue desactivada y a pesar de los esfuerzos de los alemanes para volver a prender los hornos, no pudieron hacerlo. Recién en septiembre de 1943, cuando el Ejército Rojo retomó el control de Mariupol, comenzó la reconstrucción. Con la caída de la Unión Soviética, la planta volvió a niveles muy bajos de producción y sus hornos provocaban una terrible contaminación en toda la región. Hasta que fue privatizada y la planta comenzó a producir casi 6.000 millones de toneladas de acero al año, un récord absoluto y un éxito enorme para la Ucrania independiente del poder de Moscú.
Azovstal Iron and Steel Works es una empresa integrada, filial de la italiana Metinvest. Hasta la invasión rusa producía perfiles laminados y productos semiacabados de chapa que se utilizan en construcción naval, ingeniería eléctrica, construcción de puentes y la producción de tubos de gran diámetro para gasoductos y oleoductos. También es la mayor fabricante de rieles de ferrocarril del Este europeo. Vende a todo el mundo. El dueño de esta planta y todo el holding es Rinat Akhmetov, el hombre más rico de Ucrania.
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