Rusia aspira a controlar totalmente el sur de Ucrania y la región del Donbás (este), con el fin de tener un puente terrestre hacia Crimea, que se anexó en 2014, pero también aspira a llegar hasta Transnistria, la región separatista de Moldavia.
“Desde el inicio de la segunda fase de la operación especial, que comenzó hace dos días, uno de los objetivos del ejército ruso es establecer un control total sobre el Donbás y el sur de Ucrania”, declaró Rustam Minnekayev, subcomandante de las fuerzas del distrito militar del centro de Rusia.
El militar explicó que esto va a permitir asegurar un corredor terrestre hacia Crimea y una influencia en las infraestructuras claves de la economía ucraniana, como los puertos del mar Negro a través de los cuales se realizan los despachos de los productos agrícolas y metalúrgicos, afirmó, citado por agencias rusas, en una reunión con empresas en un complejo militar-industrial en Ekaterinburgo.
Según Minnekayev, el control del sur de Ucrania también va a permitir ayudar a los separatistas prorrusos de Transnistria, que desde 1992 controlan un territorio de Moldavia fronterizo con el oeste de Ucrania.
“El control del sur de Ucrania es también un corredor hacia la Transnistria, donde también observamos casos de opresión de la población rusoparlante”, afirmó el general.
Moldavia es un pequeño país de habla rumana que formó parte de la antigua Unión Soviética y ahora está dirigido por un gobierno prooccidental.
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, lamentó a última hora de este jueves que Rusia haya rechazado la propuesta de Naciones Unidas para establecer una tregua durante la Pascua ortodoxa, que se celebra el próximo 24 de abril.
“Esto demuestra muy bien cómo los dirigentes de este estado tratan realmente la fe cristiana, una de las fiestas más alegres e importantes”, ha afirmado Zelensky en su habitual discurso vespertino, según ha recogido un comunicado de la Presidencia.
Rusia rechazó la propuesta del Secretario General de la ONU, António Guterres, de declarar un alto el fuego humanitario de cuatro días durante la Pascua ortodoxa para sacar a los civiles de Mariupol y llevar ayuda humanitaria a las zonas devastadas por la guerra.
Por otro lado, Zelensky reiteró durante su discurso su agradecimiento a los socios por brindar ayuda a Ucrania y aseguró que la ciudad portuaria de Mariupol resiste ante la invasión de las tropas rusas.
“Agradezco a mis socios su ayuda y les insto a acelerar el suministro de las armas necesarias a Ucrania para que podamos alcanzar la paz”, ha recalcado Zelensky. Asimismo, hizo hincapié en que Mariupol es una ciudad que sigue resistiéndose a Rusia. “A pesar de todo lo que dicen los invasores sobre ella”, ha dicho.
El presidente de Ucrania acusó a Rusia de planificar la falsificación un referéndum de independencia en las regiones del sur parcialmente ocupadas de Jersón y Zaporizhzhia.
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