Francia, que hasta ahora se ha mostrado muy remisa a dar determinado tipo de equipamiento militar a Ucrania para defenderse de la invasión rusa, confirmó el viernes que enviará cañones autopropulsados y misiles anticarro, según indicó el presidente francés, Emmanuel Macron, en una entrevista concedida a un periódico local.
En una entrevista publicada hoy por el diario Ouest France a una pregunta sobre si los europeos deben ayudar a Ucrania con armamento pesado, Macron indicó que no quiere inmiscuirse en la política de cada país, pero al mismo tiempo subrayó que hay mucha coordinación y que ha hablado de esa cuestión esta semana con el canciller alemán, Olaf Scholz.
Sobre todo, el presidente francés ha hecho hincapié en que Francia ya entrega “equipamientos importantes”, y se ha referido en concreto a los cañones autopropulsados Caesar, y los misiles anticarro Milan, y a otros tipos de armamentos, sin dar cifras ni otros detalles.
“Creo -ha añadido- que hay que continuar por ese camino. Siempre con una línea roja, que es no convertirse en beligerante”.
El sistema Caesar se compone de un camión todoterreno que está equipado con un cañón de 155 milímetros capaz de alcanzar un objetivo a 40 kilómetros de distancia. Francia lo ha llevado a operaciones en Afganistán, Irak y el Sahel y lo ha exportado a siete países.
Según fuentes francesas citadas por Ouest France, a Ucrania se van a enviar una docena de Caesar de su Ejército de Tierra, lo que debería servir para acelerar la modernización del parque de artillería de ese país.
En cuanto a los misiles anticarro Milan (desarrollados por la industria militar francesa y alemana), Le Monde había revelado el 9 de marzo que Francia había llevado “varias decenas” entre el 28 de febrero y el 3 de marzo.
En otra entrevista concedida el viernes, Macron afirmó que “no descarta” volver a hablar con su homólogo de Rusia, Vladimir Putin, en caso de salir vencedor de las elecciones de este domingo, a pesar de que ambos líderes no mantienen contacto desde que salieron a la luz las muertes de decenas de civiles en la ciudad ucraniana de Bucha.
“Hablaría antes con el presidente (ucraniano, Volodimir) Zelensky”, dijo Macron en una conversación con France Inter en la que no ha cerrado la puerta a la diplomacia directa con Moscú, en aras de “salvar vidas o mejorar la situación”.
En este sentido, ha planteado por ejemplo que haya un diálogo para lograr un plan humanitario para la ciudad de Mariupol, situada a orillas del mar de Azov y asediada por las fuerzas rusas. Más de 100.000 personas seguirían dentro de esta localidad, según autoridades locales.
Macron ha defendido los esfuerzos diplomáticos y ha dicho que “Europa debe estar alrededor de la mesa”. “No podemos encontrarnos en una situación en la que, por no hablar más con el presidente Putin, los negociadores sean el presidente turco, el chino u otros”, ha avisado.
Macron mantuvo varias conversaciones con Putin después de que éste ordenase el 24 de febrero la ofensiva militar sobre Ucrania. Sin embargo, los abusos destapados en Bucha y otros enclaves cercanos a Kiev enfriaron unos contactos que también implicaban al canciller de Alemania, Olef Schultz.
(Con información de EFE y EuropaPress)
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