El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha exigido este viernes a Rusia que facilite corredores humanitarios para evacuar a civiles de Mariupol y otras zonas bajo asedio de las tropas rusas.
En un comunicado, el jefe de la diplomacia comunitaria ha apoyado la petición de Ucrania para que el Kremlin permita la evacuación segura de civiles, después de recordar que en la ciudad de Mariupol sigue habiendo 100.000 personas, y ha denunciado la falta de compromiso de Moscú para acordar estas medidas.
“Debe garantizarse el acceso libre y seguro de quienes prestan asistencia humanitaria, de conformidad con los principios básicos de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario”, ha afirmado.
Borrell ha tenido además palabras de condena para la ofensiva contra Mariupol que ha tachado de “cruel e ilegal”. Ha denunciado que bajo el pretexto de “liberar” la ciudad, el Ejército ruso ha promovido la destrucción a gran escala de la ciudad y ha cometido atrocidades contra población civil.
Esta petición se suma a la del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien ha reclamado este viernes al presidente ruso, Vladimir Putin, que permita el acceso humanitario a Mariupol y garantice corredores humanitarios.
La llamada telefónica de hora y media llega tan solo dos días después de la visita sorpresa de Michel a Kiev para reunirse con el presidente ucraniano, Volodomir Zelensky.
Evidencias crecientes de crímenes de guerra
La guerra en Ucrania está dejando “evidencias cada vez mayores” de crímenes de guerra, según la oficina de la ONU para los Derechos Humanos, cuya principal responsable, Michelle Bachelet, ha dado por hecho que las tropas rusas han perpetrado ejecuciones sumarias de civiles en zonas como Bucha, a las afueras de Kiev.
Naciones Unidas ha podido documentar 5.264 víctimas civiles, entre ellas 2.345 muertos. De estas víctimas, más del 92% corresponden a territorios controlados por las autoridades ucranianas, según este recuento, elaborado de forma independiente al que ofrecen cada una de las partes.
Las cifras reales, sin embargo, serían “mucho mayores”, en la medida en que aún no han salido a la luz “horrores perpetrados en zonas de intensos combates, como Mariúpol”, según Bachelet, que ha puesto como ejemplo de los abusos la situación en localidades cercanas a Kiev que durante semanas estuvieron controladas por los rusos.
Sólo en Bucha, el personal de la ONU ha documentado la muerte de unos 50 civiles, víctimas en algunos casos de ejecuciones sumarias. “Prácticamente todos los vecinos de Bucha con los que hablaron nuestros compañeros contaron la muerte de un familiar, un vecino o incluso un extraño”, ha dicho Bachelet este viernes.
Pero lo de Bucha, ha añadido, “no es un incidente aislado”. Su oficina ha recogido más de 300 denuncias de asesinato en las regiones de Kiev, Chernígov, Járkov y Sumy, todas ellas bajo control de las fuerzas rusas entre finales de febrero y principios de marzo.
Además, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos también ha constatado ataques indiscriminados sobre zonas pobladas, hospitales, escuelas y otras infraestructuras civiles, lo que equivaldría igualmente a crímenes de guerra.
Bachelet ha puesto como ejemplo del “fracaso” a la hora de respetar el Derecho Internacional el bombardeo perpetrado por Rusia el 8 de abril sobre una estación de tren de Kramatorsk y que dejó unos 60 civiles muertos. En este incidente, se utilizaron bombas de racimo, un arma prohibida por su carácter indiscriminado.
(Con información de Europa Press)
Seguir leyendo: