Singapur anunció este miércoles que un preso con discapacidad intelectual acusado de narcotráfico será ejecutado el 27 de abril, pese a las críticas de la comunidad internacional y las peticiones para la suspensión de la sentencia.
La hermana de Nagaenthran (Nagen) Dharmalingam recibió este miércoles una llamada del servicio de prisiones isleño anunciando que el hombre, de nacionalidad malasia, será ejecutado dentro de una semana, según publica en redes sociales Kirsten Han, coordinadora de la ONG local Transformative Justice Collective.
El pasado 29 de marzo un tribunal rechazó la última apelación para frenar la ejecución de Nagen, a quien sus abogados pedían exonerar por padecer una discapacidad intelectual diagnosticada.
Desde entonces, el reo únicamente contaba con la última posibilidad de recibir un perdón presidencial, que de momento no ha sucedido.
Nagaenthran, de 34 años, fue arrestado en abril de 2009 y acusado de tráfico de drogas al tratar de cruzar la frontera desde Malasia con unos 42,7 gramos de heroína, cuando la ley de narcotráfico de Singapur, una de las más draconianas del planeta, establece la pena de muerte a partir de los 15 gramos de contrabando.
Los abogados de Nagaenthran habían presentado en su apelación a la condena evaluaciones médicas que confirmaban la deficiencia intelectual del acusado, lo que atrajo la atención internacional sobre su caso, criticado por la ONU y la Unión Europea.
La corte de apelaciones de Singapur consideró al rechazar la apelación que ley es “inequívoca” en cuanto a la aplicación de la pena de muerte, salvo circunstancias muy específicas, y exhortó a los abogados a “buscar un cambio legislativo” como vía para evitar la ejecución, que el país aplica mediante el ahorcamiento.
Nagaenthran no es el único reo que podría ir de forma inminente al patíbulo, donde oenegés como la de Han alertan de que el aforo en el corredor de la muerte está casi completo y eso podría acelerar los ahorcamientos.
El pasado 30 de marzo Singapur ahorcó al singapurense Abdul Kahar bin Othman, de 68 años, también condenado por tráfico de drogas, en la que supuso la primera ejecución en dos años.
Según la ONG de Han, que lucha por erradicar la pena de muerte en el próspero país, hay más de medio centenar de hombres en el corredor de la muerte, la cifra más elevada de la que se tiene registro.
(Con información de EFE)
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