Las tropas rusas incrementaron hoy su presencia y la geografía de los ataques en los frentes de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, y dieron un nuevo ultimátum a las tropas ucranianas que resisten en la ciudad portuaria de Mariupol para que se rindan.
“Los ocupantes rusos continúan bombardeando las líneas del frente y buscando puntos débiles en la defensa a lo largo de toda la línea de contacto”, según un parte del Estado Mayor General ucraniano.
Según los militares ucranianos, las tropas rusas lanzaron una nueva ofensiva hacia la ciudad de Lyman, en la región de Donetsk, dentro de los intentos de Rusia de controlar todo el Donbás y después de que Moscú diera esta semana por iniciada la segunda fase de la campaña militar en Ucrania.
Lyman, un importante nudo ferroviario en la región, sería, según el alto mando ucraniano, uno de los principales objetivos rusos del momento, mientras los ataques se intensificaron también en otra ciudad del Donetsk, Marinka.
Aumento de presencia militar
La inteligencia británica, a su vez, informó del aumento de la presencia militar rusa en la frontera este de Ucrania y de la intensificación de los combates en distintos puntos del Donbás a medida que las fuerzas rusas buscan romper las defensas ucranianas.
Según el último parte de la inteligencia, los ataques rusos en ciudades ucranianas muestran su intención de tratar de interrumpir el movimiento de refuerzos y armamento ucranianos hacia el este del país.
Moscú ha criticado en repetidas ocasiones los suministros de armas extranjeras, que, según Rusia, pretenden alargar el conflicto en Ucrania.
El Ministerio de Exteriores ruso denunció hoy que el armamento entregado a Kiev se utiliza para “atacar ciudades pacíficas de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk”, que Moscú reconoció como independientes.
Asimismo, acusó a Ucrania de acoger a más de 7.000 mercenarios extranjeros de 63 países del mundo.
Kiev a su vez replicó que el rechazo a la entrega de armas a Ucrania implica de facto un apoyo a “la agresión rusa”.
Nuevo ultimátum
El objetivo claro de las tropas rusas sigue siendo “capturar” Mariupol y obtener todo el control sobre la región sureña de Jersón, según el mando militar ucraniano.
Mientras continúa el asedio a la estratégica ciudad, Rusia volvió a dar hoy un nuevo ultimátum a sus defensores para que se rindan y salven así sus vidas, aunque hasta el momento los soldados no han dado señales de querer deponer las armas.
Moscú ya dio un ultimátum ayer, martes, a los combatientes del batallón de Azov y a los soldados ucranianos para que se entregaran y poder evacuar a los civiles que se refugian dentro y en las inmediaciones de la fábrica metalúrgica Azovstal.
De acuerdo con las autoridades ucranianas, se trata de al menos mil civiles, la mayoría mujeres y niños, cifra de la que duda Rusia, que además acusa a las fuerzas ucranianas de utilizar a estos ciudadanos como “escudo humano”.
La milicia prorrusa de Donetsk aseguró hoy que cinco soldados ucranianos depusieron ayer las armas y abandonaron la acería de Azovstal, cifra no confirmada por Rusia. Los separatistas prorrusos también afirmaron que habían evacuado a más de 140 civiles de las cercanías de la acería.
Paralelamente, Kiev informó de que se ha logrado llegar un acuerdo en medio de la situación de emergencia que vive Mariupol para abrir hoy un corredor humanitario que permita la salida a unos 6.000 niños, mujeres y ancianos con dirección a Zaporiyia.
En los tres días anteriores no se había abierto ningún corredor humanitario, ni en Mariupol ni en otras partes del este de Ucrania debido a los combates.
Oferta de negociación
En el plano diplomático, continuaron los llamamientos a una tregua entre Rusia y Ucrania, mientras Moscú informó de que ha entregado a Kiev una propuesta de negociación y estaba a la espera de la reacción ucraniana.
“Entregamos a la parte ucraniana nuestro proyecto de documento que incluye formulaciones absolutamente claras y desarrolladas. La pelota está en su campo, esperamos una respuesta”, dijo el Kremlin.
Exteriores precisó que la propuesta rusa fue entregada el pasado día 15 y que hasta ahora no se ha recibido una respuesta.
Kiev informó, por su parte, que en el marco de las negociaciones en Estambul, a finales del mes pasado, Ucrania hizo unas propuestas de seguridad a Rusia y recibió luego su contrapropuesta, que está siendo estudiada en la actualidad.
El principal negociador de Ucrania dijo ayer, martes, que es difícil predecir cuándo podrían reanudarse las conversaciones de paz entre las partes.
El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió ayer, martes, a Rusia y Ucrania una tregua de cuatro días en sus combates coincidiendo con la Pascua ortodoxa, es decir, desde mañana, jueves, y hasta el próximo domingo.
Al comentar la iniciativa, el jefe de la separatista Donetsk, Denis Pushílin, afirmó que durante los ocho años de conflicto en el este del país entre las regiones prorrusas y el Ejército ucraniano hubo más de 20 treguas y “todas fracasaron debido a la parte ucraniana”.
Mientras el Ministerio de Exteriores de Ucrania difundió un comunicado en el que se mostró a favor de una “pausa humanitaria” los próximos días para evacuar a miles de civiles de zonas de combate.
(Con información de EFE)
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