Chile envió a España a un portugués sospechoso en el caso de la explosión de Beirut en 2020

La Policía de Investigaciones interceptó en el aeropuerto de Santiago a un hombre perseguido por Interpol por sospecha de “internar elementos explosivos en el Líbano” que pudieron ocasionar la tragedia

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Casi dos años después del desastre de Beirut, la investigación sobre el suceso sigue abierta y sin avances (REUTERS/Mohamed Azakir)
Casi dos años después del desastre de Beirut, la investigación sobre el suceso sigue abierta y sin avances (REUTERS/Mohamed Azakir)

La Policía de Investigaciones de Chile (PDI) interceptó este miércoles en el aeropuerto de Santiago a un portugués perseguido por Interpol por sospecha de “internar elementos explosivos en el Líbano” que pudieron ocasionar la trágica detonación del año 2020 en Beirut.

El pasajero, que había embarcado en Madrid (España) rumbo a Santiago de Chile, fue interceptado por detectives de la policía, que dieron cuenta de una “difusión roja emanada de la Interpol”, explicó en un punto de prensa Cristian Sáez, jefe de la prefectura de Policía Internacional del Aeropuerto Arturo Merino Benítez.

El pasajero es sospechoso de “internar elementos explosivo en el Líbano”, agregó Sáez, en relación al atentado de Beirut de agosto de 2020, que causó más de 200 muertos y 6.500 heridos y devastó barrios enteros de la capital libanesa.

Tras ser identificado, el portugués fue devuelto a España, donde será recibido conforme a la normativa de ese país y a las indicaciones de la Central Internacional de Interpol (Organización Internacional de Policía Criminal), aclaró el policía.

Casi dos años después del desastre de Beirut, la investigación sobre el suceso sigue abierta y sin apenas avances debido a lo que diversas organizaciones por los derechos humanos consideran una obstrucción deliberada por parte de ex altos cargos sospechosos en el caso.

La explosión, considerada como una de las detonaciones artificiales no nucleares más potentes de la historia, llevó al gobierno libanés a declarar un estado de emergencia de dos semanas en respuesta al desastre.

Es considerada como una de las detonaciones artificiales no nucleares más potentes de la historia (REUTERS/Mohamed Azakir)
Es considerada como una de las detonaciones artificiales no nucleares más potentes de la historia (REUTERS/Mohamed Azakir)

A raíz de ello, estallaron protestas contra el Ejecutivo por su incapacidad para prevenir el desastre.

Los cientos de toneladas de nitrato de amonio que explotaron en Beirut llevaban años almacenadas en el puerto sin medidas de seguridad y líderes como el presidente libanés, Michel Aoun, y el entonces primer ministro, Hasan Diab, han reconocido que sabían de su existencia antes de la deflagración.

El dilema de los silos

Líbano ordenó la semana pasada la demolición de los silos de granos de Beirut que corren el riesgo de colapsar luego de la devastadora explosión en el puerto de 2020, lo que provocó protestas de los familiares de las víctimas de la explosión que quieren que se conserven los silos.

“Encargamos al Consejo para el Desarrollo y la Reconstrucción que supervise el proceso de demolición”, dijo el ministro de Información, Ziad Makari, después de una reunión de gabinete, sin especificar un marco de tiempo.

Makari dijo que la decisión del gobierno se basó en un informe de Khatib and Alami Engineering Company de Líbano, que advirtió que los silos en el puerto de la capital podrían colapsar en unos meses.

Activistas y familiares de las víctimas de la explosión han pedido que la instalación de almacenamiento de granos se conserve como un sitio conmemorativo (REUTERS/Mohamed Azakir)
Activistas y familiares de las víctimas de la explosión han pedido que la instalación de almacenamiento de granos se conserve como un sitio conmemorativo (REUTERS/Mohamed Azakir)

“Repararlos costará mucho”, dijo Makari.

El año pasado, la empresa suiza Amann Engineering también pidió su demolición, diciendo que los silos más dañados se inclinaban a una velocidad de dos milímetros por día (0,08 pulgadas).

Una vez con una capacidad de más de 100.000 toneladas, un imponente remanente de 48 metros (157 pies) de altura de la estructura se ha convertido en un emblema de la catastrófica explosión del puerto del 4 de agosto.

Aun así, los silos absorbieron gran parte del impacto de la explosión, protegiendo grandes franjas del oeste de Beirut de sus devastadores efectos.

Activistas y familiares de las víctimas de la explosión han pedido que la instalación de almacenamiento de granos se conserve como un sitio conmemorativo.

(Con información de EFE y AFP)

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