Unos 50.000 trabajadores rusos han perdido sus empleos hasta el momento y otros 98.000 se encuentran en un periodo de vacaciones forzosas debido al impacto de las sanciones occidentales y la retirada de empresas internacionales del mercado ruso, señaló este miércoles el Ministerio de Empleo y Protección Social.
“Según los datos operativos actuales, 98.000 trabajadores están inactivos (o de vacaciones forzosas). Hablando en términos absolutos, esto es 2,5 veces más que el 1 de marzo”, señaló el viceministro de esta cartera, Andréi Pudov, en una reunión en la Duma del Estado (Cámara Baja), según la agencia oficial TASS.
“En cuanto a las cifras anunciadas de despido, son unas 50.000 personas, mientras que claramente no ha habido despidos masivos”, sostuvo.
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, afirmó el martes que unas 200.000 personas pueden perder su trabajo en la capital debido al cierre de empresas extranjeras.
A finales de marzo dijo que alrededor de 300 compañías internacionales cesaron su actividad en Moscú.
Pudov alegó que, a pesar de los despidos, vacaciones forzosas y empleos de media jornada, a principios de la primavera “se contrataron más de 2,5 millones de personas”.
“Hoy, unos 670.000 ciudadanos están registrados en los centros de empleo, mientras que hay 1,9 millones de puestos de trabajo en el banco de datos vacantes”, agregó.
Por otra parte, según una estimación de finales de marzo, hasta 70.000 informáticos, asustados por la repentina congelación del clima empresarial y político, han abandonado Rusia desde que Vladimir Putin ordenara la invasión a Ucrania. Se espera que les sigan muchos más.
(Con información de EFE)
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