Las autoridades ucranianas informaron hoy de otros tres muertos en los últimos bombardeos rusos registrados este martes sobre Kharkiv, la segunda ciudad del país y bajo intenso fuego enemigo desde hace semanas.
Según fuentes locales, los últimos bombardeos sobre Kharkiv, en el este del país, han dejado además 16 heridos.
Las autoridades de la región han advertido asimismo a la población de que la intensidad de los bombardeos ha crecido en las últimas horas y recomendado encarecidamente a los ciudadanos que permanezcan en sus refugios.
Los ataques sobre Kharkiv, donde el lunes se reportaron ya otras nueve víctimas mortales, se suceden mientras desde Kiev se confirmó ya anoche el inicio de la gran ofensiva rusa sobre el este del país, con la intención de controlar todo el Donbás. Se estima que el frente se extiende a lo largo de 480 kilómetros.
En paralelo prosigue el asedio a Mariúpol, la estratégica ciudad en el sur de país, donde las tropas rusas han instado repetidamente a rendirse a los últimos soldados ucranianos resistentes, atrincherados en la acería Azovstal junto a un número indeterminado de civiles.
- Partida de ajedrez -
A finales de marzo, Rusia anunció que iba a centrar su ofensiva en el este y el sur de Ucrania y replegó sus fuerzas de los alrededores de Kiev, la capital.
Járkov -a unos 21 kilómetros de la frontera rusa- es ahora una de las ciudades que dificultan el avance ruso.
Al menos cinco personas murieron el domingo en un bombardeo contra un barrio residencial de esta localidad, que antes de la guerra tenía alrededor de 1,4 millones de habitantes. El lunes, otros ataques causaron al menos tres muertos, según las autoridades locales.
Los misiles cayeron cuando la AFP acababa de irse del “punto cero”.
Los soldados ucranianos que se han instalado allí se han esforzado por ofrecer una apariencia de comodidad.
Hay un hombre metido en un saco de dormir, en tanto otro desmonta su fusil bajo la lámpara de un escritorio para limpiar algunas de piezas.
En una cocina improvisada, el vapor de una olla sobre una estufa proyecta sombras surrealistas en unos dibujos que han pintado niños para remontarle la moral a las tropas.
En torno a una mesa en la que hay un cuenco de zanahorias ralladas, una lata de leche condensada y un plato de mantequilla, un grupo de hombres intercambia opiniones sobre su trabajo.
“La guerra es como el ajedrez, quién va a ganar a quién”, explica un teniente de 39 años que se presenta como “Shamil”.
“No hay ninguna lógica aparente” en las tácticas de Rusia, dice. Pero aún así, advierte que los avances de Ucrania en las últimas semanas podrían ser el resultado de una treta de las tropas rusas, de una retirada estratégica.
“No sentimos emociones ni esperanzas innecesarias al respecto: nuestra tarea es empujar al enemigo hasta la frontera”, afirma.
(con información de EFE y AFP)
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