El capitán del Moskva, el buque insignia de la Flota del Mar Negro de Rusia, podría haber abandonado el barco demasiado pronto, según sugirieron expertos que analizaron nuevas imágenes del crucero misilístico hundido.
Tom Sharpe, un comandante retirado de la Royal Navy, le dijo al diario The Telegraph que el barco parecía haber sido abandonado demasiado pronto.
“Siempre verás un equipo, normalmente en la cabina de mando. En este caso, la cabina de mando sería un buen lugar para reunir su equipo y equipos de extinción de incendios. Quieres establecer zonas seguras y ahí es donde pones todo tu equipo de extinción de incendios y toda tu gente, para que estén al aire libre”, dijo el especialista.
“Pero no hay nadie allí y si no hay nadie, casi no hay posibilidad de que alguien esté vivo debajo de la cubierta. También sugiere que todos están fuera de ese barco”, agregó Sharpe.
John Konrad, un experto que ha capitaneado barcos civiles, escribió un análisis de las imágenes que concluyó que su “mejor suposición” era que “el capitán del Moskva abandonó su barco demasiado pronto”.
Señaló que el buque insignia era crucial para el esfuerzo de guerra ruso y que, normalmente, se esperaba que el capitán permaneciera a bordo para tratar de salvar el barco.
En este caso, el barco parecía haber sido abandonado a pesar del “clima en calma, la flotabilidad de reserva” y “el hecho de que la cubierta del helicóptero estaba libre de humo”, escribió Konrad.
Sharpe, sin embargo, dijo que había demasiada incertidumbre en torno a las imágenes para hacer esta afirmación con certeza.
“Simplemente pudo tener mala suerte”, dijo.
“Podría recibir una detonación masiva en otra munición por el misil entrante y eso arranca todo su comando y control, todas sus comunicaciones, todos sus sistemas y luego ya está. En ese momento, es mejor que se vayan, porque no hay nada que alguien pueda hacer”, dijo Sharpe.
Agregó, sin embargo, que las nuevas imágenes parecían socavar el propio relato de Rusia de cómo el Moskva encontró su destino.
“Hay agujeros en el costado del barco que claramente parecen puntos de entrada de misiles”, sugirió Sharpe.
El experto también se refirió a la versión del Ministerio de Defensa de Rusia, según el cual el barco se fue a pique el jueves en medio de una tormenta cuando era remolcado a puerto, ya sin su tripulación, que había sido evacuada en otros navíos de la flota del mar Negro.
“Estaban hablando de una tormenta y si estás tratando de hacer un remolque con un barco muy dañado, empeorará mucho las cosas, pero el mar no es tormentoso. Es plano y tranquilo. Creo que esto va de alguna manera a refutar esa afirmación”, dijo Sharpe.
En tanto, los familiares de los marineros que sirvieron a bordo del Moskva siguen exigiendo respuestas, ya que el gobierno ruso continua ocultando información sobre lo que le sucedió a la tripulación, estimada en 510 personas, tras el hundimiento provocado por Ucrania.
El número total de muertos, heridos y desaparecidos sigue siendo un secreto de Estado y Moscú ni siquiera reconoció el ataque ucraniano, hablando de un incendio a bordo, que habría provocado una explosión.
Según los testimonios de sobrevivientes y familiares, al menos 40 marinos murieron y otros 200 quedaron heridos. Además habría decenas de desaparecidos. Las imágenes publicadas por el Ministerio de Defensa de Rusia durante el fin de semana de Pascua mostraron a la tripulación del barco de vuelta en su base de operaciones. Sin embargo, la tripulación parecía ser al menos la mitad de los 510 miembros que se cree que estaban a bordo.
La zona donde habría ocurrido el impacto de los misiles ucranianos Neptune coincide con la zona donde suelen apuntar los cohetes antibuque y es también la zona donde se almacena el arsenal en tubos blindados. El armamento del buque incluía 16 misiles antibuques Vulkán y 64 misiles antiaéreos S-300F en ocho lanzaderas, además de artillería, torpedos y cargas de profundidad.
La nave recibió el impacto de los misiles cuando se encontraba a unas 65 millas náuticas de Odessa (Ucrania) y fue capaz de avanzar por sí misma durante unas horas hasta que se hundió el jueves. Las fuentes del Pentágono aseguraron que a bordo del barco se hallaban misiles de crucero “que ahora están en el fondo del mar Negro”.
El hundimiento del Mosvka, el buque insignia de la Flota rusa del mar Negro, supuso un duro revés para Rusia.
Con 186,5 metros de eslora, 20,8 metros de manga y un desplazamiento de 11.490 toneladas, el buque, que llegaba a una velocidad máxima de 30 nudos, fue botado en 1979 y cuatro años más tarde entró en servicio en la Armada soviética con el nombre de “Slava” (gloria).
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