El jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz, responsabilizó este martes al presidente ruso Vladimir Putin por los “crímenes de guerra” cometidos desde el inicio de la invasión a Ucrania.
“La invasión rusa de Ucrania sigue siendo una flagrante violación de la legislación internacional. El asesinato de miles de civiles al que hemos asistido es un crimen de guerra del cual el presidente ruso carga la responsabilidad”, dijo Scholz a periodistas tras mantener una reunión sobre Ucrania con los dirigentes de las potencias occidentales.
“Sentimos un inmenso dolor por las víctimas y también, hay que decirlo, una gran rabia hacia el presidente ruso y esta guerra sin sentido”, afirmó.
Scholz, que se enfrenta a una creciente presión en su país para que autorice el envío de armas pesadas a Ucrania, dijo que se había iniciado una “nueva fase” en el conflicto con la nueva ofensiva rusa en el este de Ucrania. Sin embargo, a pesar de que los periodistas le preguntaron repetidamente sobre la posibilidad de enviar tanques, aviones de combate u otro tipo de armamento pesado, Scholz se mostró impreciso.
El socialdemócrata reiteró que la OTAN no se involucraría en el conflicto, pero dijo que los aliados occidentales estaban unidos en su decisión de apoyar a Ucrania. Alemania ya ha enviado a Ucrania armas antitanque, misiles tierra-aire, munición y otras armas defensivas.
El gobierno de Scholz también ha prometido más de mil millones de euros en ayuda financiera a Ucrania para que el gobierno de Kiev pueda comprar las armas que necesita para defenderse. Sin embargo, Scholz afirmó que Alemania no “irá sola” en materia de armas y que cualquier decisión se tomará en estrecha colaboración con “amigos y aliados”.
Planteó la posibilidad de que los socios de Europa del Este envíen a Ucrania “sistemas de armamento” más antiguos, fabricados por Rusia, ya que las tropas ucranianas estarían familiarizadas con ellos y podrían utilizarlos inmediatamente.
También dijo que se había pedido a Ucrania que elaborara una lista de las armas que necesita y que podrían comprarse directamente a la industria de defensa.
Scholz y su partido de centro-izquierda, el SPD, han argumentado durante semanas que el envío de armas pesadas supondría el riesgo de una espiral de escalada que podría hacer que otros países fueran atacados. Pero los crecientes informes sobre las atrocidades cometidas contra la población civil en Ucrania han alimentado las peticiones para que Scholz adopte una postura más dura, incluso entre sus dos socios de coalición.
El diputado Anton Hofreiter, del partido de Los Verdes, acusó al canciller de “no mostrar suficiente liderazgo”.
La legisladora Marie-Agnes Strack-Zimmermann, del liberal FDP, dijo que Alemania no debería guiarse por el miedo a la escalada, porque “Putin es imprevisible de todos modos”.
(Con información de AFP)
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