“Necesitamos respuestas. Tenía sólo 19 años, era un conscripto. No me dijeron nada más, ninguna información o cuándo sería el funeral. Estoy segura de que él no es el único”. La desesperante angustia emerge de la boca de Yulia Tsyvova, la madre de Andrei, uno de los marineros ahogados tras el hundimiento del Moskva, el crucero ruso que estaba frente a las costas de Odessa en el Mar Negro y que fuera alcanzado el pasado 13 de abril por dos misiles ucranianos, presumiblemente del tipo Neptuno.
Moscú se apresuró a dar una información falsa sobre los sucedido. Una de las múltiples fake news que disemina durante la sangrienta invasión al país vecino. Señaló que había sido un incendio en la sala de municiones, que la evacuación había sido compleja por el oleaje y las tormentas que dificultaban las tareas de rescate y extinción del fuego. Luego negó que se hubiera hundido.
A los pocos días rectificó la información: el buque insignia de la flota de Vladimir Putin yacía en el fondo del mar, inutilizable. Con él se precipitaron al lecho marino decenas -¿o centenares?- de marinos que no lograron escapar o que resultaron muertos con la explosión. Todavía no hay una cifra oficial sobre la cantidad de muertos, heridos y las circunstancias en que se produjo una evacuación posiblemente caótica.
Yulia recibió el llamado de las autoridades de la Armada este lunes, de acuerdo a The Guardian. Cinco días después de conocerse la increíble noticia en todo el mundo. Durante ese tiempo, la mujer -desesperada como toda madre- llamó incontables veces a cuanto número le acercaban del Ministerio de Defensa para intentar saber qué había pasado con su hijo, quien había sido convocado por “La Madre Patria” para una supuesta “misión militar especial” que resultó en una invasión y una guerra.
Cómo Andrei, decenas de miles de jóvenes de entre 18 y 19 años fueron obligados a adentrarse en aquel infierno sin compartir las causas de la misión. Hasta el momento, Rusia reconoce internamente la muerte de 21 mil soldados en Ucrania. Sin embargo, todavía no hay información oficial sobre cuántos murieron en el hundimiento del Moskva. Al menos 510 familias esperan respuestas para conocer cuál fue el destino de sus hijos luego del cruento impacto del Neptuno.
Ese número -una humillación para Rusia- permanece en el más absoluto de los secretos. Hasta el momento únicamente las muertes de Andrei y otro conscripto fueron confirmadas por las autoridades en ese contraataque ucraniano. Al Kremlin parece no interesarle el duelo de sus soldados.
“Este régimen nunca ha sido muy transparente en cuanto a las bajas. Mucho de esto tiene precedentes y no es algo muy nuevo o muy sorprendente”, dijo a ese diario inglés Alexander Gabuev del Centro Carnegie de Moscú. Hacía referencia a las operaciones militares en Ucrania y Siria o las “investigaciones” sobre los ataques en Beslán y el teatro Dubrovka.
Dmitry Shkrebets tiene a un hijo perdido en acción. Era cocinero en el Moskva. Le dijeron que su hijo estaba “perdido en acción”. “¿Cómo puede ser?”, se pregunta. “Dijeron que toda la tripulación fue evacuada. ¡Es una mentira! ¡Una mentira cruel y cínica!”.
“Buscamos a todos los niños quemados”, dijo Irina -la esposa de Shkrebets- al medio ruso Insider, uno de los pocos independientes que sobreviven. Vio una imagen de al menos 200 heridos para ver si encontraba a su hijo. “No puedo decirte lo difícil que fue, pero no pude encontrar al mío. Sólo había 200 personas, y había más de 500 a bordo del crucero. ¿Dónde estaban los demás? Buscamos en Krasnodar, y en todas partes, llamamos a todos los sitios, pero no pudimos encontrarlo”.
Testimonios aterradores
La declaración de un marinero conscripto que presenció el ataque al Moskva fue revelado por Novaya Gazeta, el principal medio de comunicación de investigación de Rusia, que ahora opera desde fuera del país después de haber sido amordazado por Putin.
El sobreviviente anónimo le contó a su madre en lágrimas que al menos 40 miembros de la tripulación murieron en el ataque, con “muchos desaparecidos” y mutilados con extremidades perdidas. “La primera vez que supe de él fue el 15 de abril, dos días después del incidente”, dijo la madre.
“Mi hijo dijo que el crucero fue alcanzado desde tierra, desde el lado ucraniano, porque el fuego a bordo no se habría iniciado sin una razón”, agregó. “Hay personas muertas, heridas y desaparecidas”, dijo. “Mi hijo me llamó tan pronto como les dieron teléfonos a todos [después de ser rescatados]. Sus propios documentos y teléfonos estaban en el crucero [hundido]”.
“Me llamó y lloró por lo que había visto. Fue horrible. Claramente, no todos sobrevivieron”.
La mujer dijo: “La mayoría de los heridos tienen extremidades arrancadas, debido a las explosiones de los misiles y las municiones detonadas. Él dijo: ‘Mamochka, nunca pensé que me metería en tal lío durante tiempos supuestamente pacíficos. Ni siquiera te diré los detalles de lo que vi, fue tan horrendo”.
“No quiero compartir su nombre porque tengo miedo de dañar a mi hijo”, añadió la mujer, desesperada. “Firmaron acuerdos de confidencialidad antes de abordar el crucero. Por favor entiéndame, estoy aterrorizada. Estoy petrificada y no sé cómo esperaré a que regrese mi hijo”.
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