La policía turca detuvo a ocho personas por supuesto tráfico ilícito de personas hacia Europa, tras descubrir que mantenían en condiciones inhumanas a 612 refugiados e inmigrantes irregulares repartidos en 55 domicilios de Estambul.
Según informó este sábado el diario turco Hürriyet, los inmigrantes fueron entregados a la Administración Provincial de Inmigración para ser deportados tras un control sanitario.
Muchos de ellos padecen diversas enfermedades, causadas aparentemente por las condiciones insalubres en las que se encontraban, asegura el rotativo, que cita fuentes de la Policía.
En su mayoría son refugiados de Afganistán, Siria, Pakistán y Bangladesh, aunque también hay inmigrantes de otros países, como Egipto, Argelia, Nigeria, Marruecos, Togo, India y Burkina Faso.
Según la investigación en curso, por su viaje a Europa cada uno pagó a los traficantes entre 2.000 y 5.000 euros.
Con la promesa de que iban a alcanzar el destino deseado, fueron introducidos en Turquía de forma ilegal a través de la frontera con Irán y alojados en viviendas hacinadas, húmedas, mal ventiladas y sin los mínimos estándares de higiene.
La operación fue llevada a cabo por equipos especiales, con helicópteros, y en base a informaciones de la Oficina de Lucha contra el Tráfico de Inmigrantes.
Ocho personas que alquilaban las viviendas para estos fines fueron arrestados y penados además con una multa de 1.320.462 liras (unos 85.000 euros).
En un comunicado, la Oficina del Gobernador de Estambul informó hoy de que 18.781 inmigrantes en situación irregular han sido interceptados en lo que va de este año en la ciudad del Bósforo, cifra que en todo 2021 alcanzó las 71.959 personas.
Todas ellas fueron deportadas desde Estambul o trasladadas a centros de expulsión en otras provincias para tramitar su deportación.
En otro orden, la Policía turca ha lanzado este viernes una operación simultánea en 10 provincias para detener a un total de 105 personas bajo la acusación de mantener vínculos con el proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía, o con organizaciones civiles considerados parte del entramado de este grupo armado.
Las redadas fueron ordenadas por la Fiscalía de Diyarbakir, la ‘capital’ de las provincias de mayoría kurda en el sureste de Turquía, y a media mañana ya se había procedido a detener a 66 personas, mientras se sigue buscando al resto, informa la agencia turca Anadolu.
La agencia privada Mezopotamya informa que hay varios periodistas detenidos, entre ellos el responsable del semanario kurdo Xwebun, Kadri Esen y el reportero Ali Koçer, del mismo medio.
Según la citada agencia, la investigación judicial se centra en hechos relacionados con la última festividad del Newroz, la fiesta kurda de la primavera, que se celebra cada año el 21 de marzo y que en Turquía suele tener un marcado carácter de reivindicación cultural y política.
(Con información de EFE)
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