La implacable política de “COVID cero” de Xi Jinping amenaza el creciemiento de China

Aún cuando Xi Jinping estableció el objetivo de progreso económico más bajo en décadas, esta meta puede ser difícil de alcanzar debido a las órdenes de draconianas de confinamiento que están paralizando la producción y repercutiendo en el consumo

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Foto de archivo del Presidente chino Xi Jinping (REUTERS)
Foto de archivo del Presidente chino Xi Jinping (REUTERS)

La política de “Covid cero” de China amenaza con hacer descarrillar los objetivos de progreso económico del país, lastrado por los problemas en las cadenas de suministro, los retrasos en los puertos y el confinamiento de Shanghái, indicaron analistas.

El crecimiento en la segunda economía mundial se ralentizó en el segundo trimestre de 2021 por los problemas del mercado inmobiliario y los controles regulatorios en ciertos sectores, lo que llevó a los dirigentes a establecer para 2022 un progreso del 5,5% del Producto Interior Bruto, el objetivo más bajo en décadas.

Pero los analistas indicaron a AFP que esta meta puede ser difícil de alcanzar debido a las órdenes de confinamiento que están paralizando la producción y repercutiendo en el consumo en varias ciudades claves del país.

Expertos de doce instituciones financieras estimaron una media de crecimiento del 5% para todo el año y del 4,3% en el primer trimestre, ligeramente por encima del 4% registrado en el trimestre anterior.

Los datos oficiales para los tres primeros meses serán publicados el lunes.

La ciudad china mantiene duras restricciones pero siguen los récords de casos diarios

“La economía de China vivió un buen inicio en enero y febrero con menos limitaciones energéticas, una recuperación de la demanda interna (...), estímulos fiscales y unas exportaciones resilientes”, explica Gene Ma, director de investigación en China para el Instituto de Finanzas Internacionales. Pero el aumento de contagios de coronavirus en marzo y los confinamientos decretados “han perturbado severamente las cadenas de suministro y las actividades industriales”, añade.

Los analistas predicen que el brote, especialmente virulento en la capital económica Shanghái, revertirá las ganancias de principios de año.

Los constructores de automóviles alertaron esta semana de graves perturbaciones en las cadenas de abastecimiento y de la posibilidad de detener por completo la producción si se mantenía el confinamiento en Shanghái.

El primer ministro Li Keqiang dijo esta semana que el Estado intervendrá para ayudar a los sectores afectados por la pandemia con herramientas como recortar las ratios de reserva exigidas a los bancos.

Otras grandes ciudades afectadas por los brotes de covid incluyen el gran centro tecnológico de Shenzhen, en el sur, que estuvo en confinamiento total durante casi una semana en marzo.

“El impacto en las ventas minoristas puede ser mayor, porque la restauración -alrededor de un 10% de las ventas minoristas- estuvieron temporalmente suspendidas en algunas provincias”, indicó Goldman Sachs en un informe reciente.

Descripción: Las imágenes muestran cómo la gente grita desde las ventanas y balcones de su casa tras más de 20 días de encierro por COVID-19

Los economistas auguran que en abril emergerán mayores consecuencias del confinamiento que dificultarán más el crecimiento.

Con infecciones en docenas de ciudades, Pekín ha reiterado su apego a la estrategia “Covid cero”, que implica erradicar cualquier brote con confinamientos y test masivos, aislamiento de los positivos y fuertes restricciones fronterizas.

La draconiana estrategia china contra el virus está sometida a una presión extrema a medida que el virus se extiende por todo el país, con otro brote en el noreste. Hasta el mes de marzo, China había conseguido mantener el número de casos diarios en dos o tres dígitos, con duros cierres localizados, pruebas masivas y restricciones de viaje. Pero la última semana, el número de infecciones diarias alcanzó tasas no vistas desde mediados de febrero de 2020.

Esto ha provocado una limitación de movimientos durante casi dos semanas en Shanghái, la capital financiera del país que registra decenas de miles de casos cada día, la mayoría asintomáticos.

La ciudad de 25 millones de habitantes acoge el puerto de mercancías más ajetreado del mundo. Las operaciones siguen en marcha pero las restricciones a los viajes interurbanos y la escasez de camioneros entorpecen el tránsito de mercancías. El flujo de vehículos de mercancías en autopistas “se ha debilitado abruptamente” desde el inicio de abril, afirma el economista de Capital Economics, Julian Evans-Pritchard, en un informe reciente.

Las autoridades de Shanghái fueron criticadas por permitir el aumento de casos y fallar al garantizar los suministros de comida a la población.

“Shanghái es una lección y los gobiernos locales de otras partes de China pueden volverse más sensibles a los brotes”, dijo a AFP Tommy Xie, responsable de investigación en China en el banco OCBC. “Si quieren confinar, van a confinar antes en vez de después”, lo que puede provocar más perturbaciones a corto plazo, añadió.

Los controles en otras ciudades costeras seguirán siendo estrictos, afirmó Dan Wang, la economista jefe en el Hang Seng Bank China. “Probablemente veremos decenas o más de 30 ciudades confinadas al mismo tiempo (...) El coste económico es muy alto”, dijo.

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