Representantes de la Organización para la Seguridad y la Cooperación de Europa (OSCE) a favor de la tolerancia religiosa lamentó la destrucción de lugares de culto en Ucrania y exigió a Moscú promover el diálogo pacífico con el objetivo de detener el asesinato de civiles.
“Estamos consternados por la destrucción de sitios religiosos y lugares de culto: iglesias, sinagogas y mezquitas. Son vitales para las diversas comunidades religiosas del país, más que nunca en tiempos de crisis”, señaló, en un comunicado conjunto.
En un momento especialmente sensible para las comunidades cristiana, judía y musulmana, debido a la celebración del Ramadán y de la fiesta de Pascua (Pésaj), los representantes de la OSCE recordaron que la destrucción de los lugares de culto, así como el asesinato de civiles, pueden considerarse crímenes de lesa humanidad.
“Lloramos a las víctimas de la guerra y lamentamos a los millones que se vieron obligados a dejar atrás sus hogares y su país, en busca de refugio y seguridad dentro de Ucrania, en Europa y más allá. Los niños, las mujeres y los ancianos son especialmente vulnerables”, agregó.
Según el último balance de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), se han registrado daños en cerca de 90 espacios desde el 24 de febrero: 44 edificios religiosos, seis museos, 25 edificios históricos, tres teatros, once monumentos y una biblioteca.
Un informe del mayor organismo de seguridad del mundo acusó este miércoles a Rusia de “claros patrones de violaciones del derecho internacional humanitario” en Ucrania.
El informe de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) afirmó que si Rusia hubiera respetado sus obligaciones internacionales tras invadir Ucrania el 24 de febrero, “el número de civiles muertos o heridos habría sido mucho menor”.
El informe, de 110 páginas, presentado en la reunión del consejo permanente de la OSCE, señala los daños y la destrucción de casas, hospitales, escuelas, estaciones de agua y otras infraestructuras.
Los tres expertos que redactaron el informe, que incluía información de las ONG sobre el terreno, dijeron que, dados los plazos y el alcance de su misión, no era posible identificar los crímenes de guerra.
“Sin embargo, la misión encontró claros patrones de violaciones del derecho internacional humanitario por parte de las fuerzas rusas en su conducción de las hostilidades”, decía el informe.
La misión se creó a raíz de una petición de Ucrania el 3 de marzo. Abarca el periodo comprendido entre la invasión del 24 de febrero y el 1 de abril, antes de que aparecieran las imágenes de los cadáveres cuando Rusia se retiró de la ciudad de Bucha y otros lugares del norte de Ucrania. Las imágenes conmocionaron al mundo y provocaron acusaciones de crímenes de guerra rusos.
(Con información de Europa Press)
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