Al comienzo de la invasión rusa de Ucrania, muy pocos habrían apostado por el éxito del ejército de Kiev. Nadie excepto Valery Zaluzhny, el comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas, que desde hace dos meses lidera su extraordinaria resistencia a la brutal ofensiva en Moscú.
Zaluznhy, que aún no cumplió los 49 años, ascendió a la jefatura de las fuerzas armadas ucranianas en julio pasado, después de una fuerte restructuración de mandos dispuesta por el presidente Volodimir Zelensky, con el objetivo de rejuvenecer las fuerzas armadas de Ucrania.
El líder ucraniano nació en una familia militar, pasó la infancia en la ciudad de su madre Chernihiv y de niño soñaba con convertirse en un simple soldado. Hoy es conocido como el “general de hierro’” o el “indestructible”, como lo llaman en su tierra natal donde ya es considerarlo un héroe.
Incorporado en 1997 a las fuerzas armadas, Zaluzhny se graduó en 2007 en la Academia Nacional de Defensa. Es parte de la primera generación de oficiales formados después de la disolución de la Unión Soviética y la independencia de Ucrania, en 1991, y tiene una fortísima posición a favor de la integración de las fuerzas ucranianas en la OTAN.
Encarna a una generación de militares que se preparan para la guerra total contra Rusia desde 2014, año en el que combatió contra fuerzas separatistas pro-rusas en el Donbás, en el este del país.
Según un perfil de Zaluzhny publicado por la revista inglesa The Economist, las fuerzas ucranianas fueron seriamente dañadas en aquellos combates, pero los oficiales sobrevivientes curtieron entonces su determinación guerrera.
Se trata del mismo grupo de militares profesionales que, careciendo del rígido enfoque soviético de sus antecesores, en las últimas semanas han logrado desplazar a las fuerzas de Moscú con un estilo de guerra más ágil, descentralizado y creativo.
De hecho, en una entrevista hace dos años, había dicho: “Necesitamos alejarnos de la guerra de mapas, de las batallas al estilo de 1943″.
Así, Zaluzhny estuvo entrenando las fuerzas a su mando en el uso de las más modernas armas hechas en Occidente, desde drones hasta misiles tierra-aire y anti-tanque y ha aprobado frecuentes ejercicios conjuntos con las fuerzas armadas británicas y norteamericanas.
Cuando la invasión rusa todavía era una posibilidad, Zaluzhny había advertido a las tropas de Putin.
“Los recibiremos no con flores, sino con stingers y javelins; bienvenidos al infierno”.
Los stingers y javelins son misiles de fabricación occidental que pueden ser disparados por tropas de infantería: en manos de los ucranianos, están siendo un verdadero tormento para las tropas rusas.
Perfil bajo
Pese a los éxitos cosechados por la resistencia ucraniana, a Zaluzhny le desagrada el protagonismo internacional.
Desde febrero, cuando comenzó la invasión de Putin, dio apenas unas pocas entrevistas. Las apariciones públicas también fueron contadas. Las comunicación más frecuentes se dan a través de su cuenta de Facebook.
Algunas son breves actualizaciones operativas, otras son mensajes de agradecimiento a los médicos, las tropas y el pueblo ucraniano.
“Las fuerzas armadas de Ucrania son el escudo de Europa”, escribió el 22 de marzo. “El precio de la libertad es alto. ¡Recuerden eso!”.
El 2 de abril afirmó que “los ucranianos han olvidado que tienen miedo. Nuestro objetivo es ganar”.
La última publicación, más larga, es del 3 de abril y se refiere a su llamada telefónica con el Jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Mark Milley.
En esa llamada, el comandante ucraniano le expresó el agradecimiento de Kiev por el apoyo, pero reiteró su pedido de mayor apoyo militar.
“Con la ayuda de Occidente podemos eliminar el mal. Porque no queremos que pase también en Europa lo que pasó en Ucrania: el asesinato de mujeres y niños, el derribo de infraestructuras”, afirmó.
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