El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acusó a Rusia de haber cometido una “atrocidad horrible” luego que al menos 50 personas, entre ellas cinco niños, murieran el viernes en el bombardeo de la estación ferroviaria de la ciudad de Kramatorsk, al este de Ucrania.
“El ataque de una estación ucraniana es una nueva atrocidad horrible cometida por Rusia, afectando a civiles que intentaban salir y ponerse a salvo”, expresó el mandatario en Twitter.
Un ataque hoy contra la estación de tren de la ciudad de Kramatorsk, en el Donbás controlado por el Ejército ucraniano y en la que se encontraban casi 4.000 civiles que querían huir de la región, ha matado a al menos 50 personas y herido a 87, una matanza que Kiev atribuye a las fuerzas rusas.
El jefe de la Administración Militar Regional de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, señaló que entre los fallecidos hay cinco niños.
Hasta ahora 98 personas han sido trasladadas a hospitales, de las que 16 eran niños, 46 mujeres y 36 hombres. Doce de estos ciudadanos fallecieron en el hospital y 38 en la estación, precisó.
Según indicó la Oficina de la Fiscalía General de Ucrania, en el momento del impacto de los misiles “la población estaba siendo evacuada y había casi 4.000 civiles en la estación, la mayoría mujeres y niños”.
Según las fotografías y los videos publicados por las autoridades locales y la empresa estatal de transporte ferroviario de Ucrania, Ukrzaliznytsia, frente a la estación y cerca del andén se ven cuerpos sin vida entre manchas de sangre, maletas, mochilas, peluches y carritos de compra.
“Los rusos inhumanos no abandonan sus métodos. Al no tener la fuerza y el valor de enfrentarse a nosotros en el campo de batalla, exterminan cínicamente a la población civil”, dijo en Facebook el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky.
“Esta es la forma en que Rusia vino a proteger el Donbás, su manera de entender la protección de la población rusohablante”, dijo además ante el Parlamento finlandés.
El ataque se produjo justo cuando las autoridades locales instaron a los habitantes de la región a abandonar el este del país lo antes posible, ante la ofensiva final rusa que Kiev cree se producirá en cuestión de unos pocos días en todo el Donbás.
Unicef suministró hoy equipos médicos y productos de emergencia a Kramatorsk para responder al “rápido deterioro” de la situación en las regiones orientales del país. Cuando el ataque tuvo lugar, un equipo se encontraba a apenas un kilómetro de la estación de tren.
Kramatorsk es la principal base militar del Ejército ucraniano en la región y clave junto con la ciudad de Izium (Járkov), que ya controla, y Sloviansk, en la estrategia rusa de hacerse con todo el Donbás.
Es por este eje, que comienza en la asediada Járkov, por donde las tropas rusas quieren avanzar hacia el sur y envolver a las fuerzas ucranianas al norte de Donetsk.
“Los nazis rusos dispararon con misiles Tochka-U contra la estación ferroviaria de Kramatorsk, desde donde salen de forma organizada trenes de evacuación que trasladan a los habitantes de la región a lugares más seguros de Ucrania”, denunció Kyrylenko.
“Para ellos, la vida de las personas es solo una moneda de cambio y una herramienta para lograr sus cínicos objetivos”, afirmó.
Según el presidente de la empresa estatal de transporte ferroviario de Ucrania, Ukrzaliznytsia, Alexander Kamyshin, fueron dos misiles los que cayeron en la estación.
Uno de los supuestos misiles utilizados en la matanza llevaba inscrito en un lateral “za detéi” (por los niños), según una fotografía publicada por Kamyshin en Telegram.
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