El video que muestra cómo el régimen chino separa a los niños con coronavirus de sus padres en Shanghai

Ómicron puso en jaque la estrategia de “cero COVID” con cifras de contagios inéditas en dos años, pero las autoridades no están dispuestas a cambiar de rumbo

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Niños con COVID-19 son separados de sus padres en China

Ómicron puso en jaque la estrategia china de “cero COVID” con cifras de contagios inéditas en dos años, pero las autoridades no están dispuestas a cambiar de rumbo ni a renunciar al estricto libreto que llevan aplicando ya dos años.

Un capítulo más de ese libreto se escribió en los últimos días, cuando el régimen chino obligó a los niños que contrajeron el virus a estar separados de sus padres.

La filtración de un video en el que se observa a un menor en una calle, caminando hacia una ambulancia rodeado de sanitarios y totalmente envuelto en ropa de protección, desató la indignación.

El aluvión de críticas forzó a las autoridades locales a rectificar esa decisión y es por eso que, desde el miércoles, permiten a los progenitores acompañar a los menores en el proceso de recuperación de la enfermedad.

Un menor caminando hacia una
Un menor caminando hacia una ambulancia rodeado de sanitarios y totalmente envuelto en ropa de protección

Esto es lo que hay que hacer, gestionar de una manera humana”, dijeron varios usuarios de Weibo, el Twitter chino.

Si bien el resto del mundo se ha resignado a convivir con el virus, las autoridades chinas insisten en su estrategia pese a que la última oleada se haya saldado hasta el momento con dos fallecidos y un alto repunte de casos, especialmente asintomáticos, con más de 20.000 contagios diarios de este tipo en los últimos días.

China teme que abrir la mano suponga un abrupto aumento del número de muertes como ha sucedido en otros países vecinos -más de 300 fallecidos diarios en Corea del Sur este mes-, o tener que afrontar un hipotético colapso sanitario.

También preocuparía la falta de inmunidad de rebaño -con 161.692 casos confirmados desde que comenzó la pandemia, según las estadísticas oficiales- o la falta de vacunas de ARN mensajero: esta semana, la farmacéutica CanSino recibió autorización para iniciar ensayos clínicos sobre una tecnología inédita en el país asiático.

Las imágenes de menores separados
Las imágenes de menores separados de sus padres por estar contagiados de COVID-19 generó indignación

El 88 % de la población china, unos 1.240 millones de personas, han recibido ya la pauta completa de la vacunación contra el COVID-19, y preocupa que solo alrededor del 80 % de los mayores de 60 años se hayan inoculado con al menos dos dosis, pero muy pocos tienen tres.

Según la Comisión Nacional sanitaria, el 65 % de los casos graves de esta oleada se contabiliza entre los mayores de 60, lo que llevó a las autoridades a “impulsar” -en palabras del funcionario Lei Zhenglong- la vacunación entre este grupo.

Congreso a la vista

Entretanto, las medidas hacen mella entre la población y la tensión llega a las redes sociales, en las que se comparten videos de peleas de residentes con sanitarios, de falta de comida durante las cuarentenas o del maltrato y sacrificio con crueldad de mascotas de personas aisladas, y donde se empieza a cuestionar la eficacia de los confinamientos dada la alta transmisibilidad de Ómicron.

Algunos expertos habían apostado por flexibilizar las medidas, pero las autoridades solo aceptaron agregar el adjetivo “dinámico” a su “cero COVID” bajo la premisa de controlar “rápidamente” la transmisión y que los brotes tuvieran el menor coste posible.

Hay que perseverar para lograr la victoria final”, sentenció recientemente el presidente chino, Xi Jinping, quien, según la agencia Xinhua, “lidera personalmente” la respuesta china al virus.

Un hombre camina con barbijo
Un hombre camina con barbijo en Beijing (REUTERS/Tingshu Wang)

Xulio Ríos, director del Observatorio de la Política China, apuntó a la agencia de noticias EFE que “un endurecimiento de las medidas era previsible porque el Partido Comunista (PCCh) no va a correr ningún riesgo”.

Son conscientes de que en cualquier momento la situación se puede descontrolar y eso les quita el sueño”, apuntó tras mencionar el XX Congreso de otoño, en el que se espera que Xi revalide su posición al frente del PCCh y del país para un tercer mandato.

Según algunos analistas, la atención estará en si el próximo Comité Permanente del Politburó (la cúspide del poder, compuesto por siete personas) cuenta solo con los más próximos a Xi o si entre los elegidos hay algún sucesor a la vista.

También si Li Qiang, secretario del PCCh en Shanghái, revalida su puesto en el Politburó en un momento de máximo escrutinio sobre los funcionarios: desde que comenzó la pandemia, el Gobierno chino ha despedido o reprendido a más de 1.000 por su “desafortunada gestión” anticovid, según datos del diario South China Morning Post.

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