“Armas, armas, armas”. Ese fue el ruego del canciller ucraniano Dmytro Kuleba durante su discurso en Bruselas. Es lo que necesita su país para tener la oportunidad única no sólo de resistir la sangrienta invasión ordenada por Vladimir Putin el pasado 24 de febrero, sino también para ganar la guerra en su territorio y expulsar definitivamente al ejército agresor. Y esa posibilidad está sobre la mesa, de acuerdo a analistas internacionales. Mucho más después de que se comprobara el retiro absoluto de las fuerzas rusas de Kiev y sus inmediaciones.
Las tropas de Rusia fueron expulsadas luego de casi 40 días de no poder avanzar a la capital ucraniana. Están camino de regreso a su país y a Bielorrusia, la nación cómplice de Putin que también pagará caro su apoyo logístico y político. También se dirigieron al Donbás, donde Moscú quiere incrementar el hostigamiento. La retirada de las tropas rusas de los alrededores de Kiev y del noreste del país está en “en gran parte completa”. En aproximadamente una semana las fuerzas del Kremlin se reposicionarán en el este. La información partió del Pentágono este miércoles.
Con la aproximación del tradicional desfile del Día de la Victoria de Rusia el 9 de mayo, Putin quiere mostrar algún logro de la invasión -a la que llamó “operación militar especial”- ante el pueblo ruso. Y ante el fracaso de hacerse con el control de la capital ucraniana, ahora el foco estará en la región orientel de Donbás. Sin embargo, el gobierno de Volodimir Zelensky cree -y otras agencias de inteligencia occidentales- cree que podría lograr un triunfo total si logra también expulsar de allí -y el sur del país- a los rusos. Por eso el pedido desesperado de Kuleba.
El plan ruso es sencillo y fue expuesto por The Economist: “Si (Moscú) tiene suficiente mano de obra para tomarlo todo, sigue siendo cuestionable. Al concentrar sus esfuerzos en menos lugares, Rusia espera reunir números superiores. En consecuencia, ha retirado las fuerzas que se dirigían hacia Kiev desde Sumy, en el noreste de Ucrania. Las unidades que estaban en Bielorrusia también se están trasladando al oeste de Rusia, según los sitios web de seguimiento ferroviario”.
Sin embargo, no son pocos los problemas que enfrentará el ejército invasor. “Una cuarta parte de la fuerza de invasión inicial de Rusia puede haber resultado herida o muerta”, asegura la revista y agrega que de los “125 grupos tácticos de batallón reunidos para la invasión, 29 han sido ‘no efectivos en combate’, dice un oficial occidental, lo que significa que han tenido que ser eliminados o fusionados con otros. Repararlos y trasladarlos al este podría llevar alrededor de un mes”. Quizás la fiesta de Putin deba esperar.
Por su parte, un artículo del diario londinense The Times sugiere que las fuerzas ucranianas podrían vencer definitivamente a los agresores si cuentan con el material bélico necesario. Otra vez: “Armas, armas, armas”. “Ucrania podría hacer retroceder o incluso ‘romper’ al ejército ruso si los aliados occidentales le dan suficiente armamento capaz, sugieren fuentes del gobierno británico. El estado de ánimo en los círculos militares británicos y ucranianos se ha vuelto más positivo, y las figuras del gobierno creen que el ejército ruso está ‘agotado’ y es incapaz de ocupar territorio a largo plazo. Se cree que una lista de compras compilada por Ucrania y enviada a los aliados de la OTAN incluye aviones, tanques, vehículos blindados, artillería de largo alcance, misiles antibuque y sistemas de defensa aérea”, de acuerdo a un artículo publicado hoy por la periodista Larisa Brown.
The Economist coincide: “Este es un buen momento para que Ucrania presione su contraataque: en cada día de la última semana de marzo, ganó más territorio del que perdió. Pero mientras las tropas rusas permanezcan en Bielorrusia, Ucrania no puede trasladar todas sus fuerzas a Donbás. Tiene que proteger Kiev y defender sus líneas de suministro desde el oeste. No obstante, debería poder desplazar algunas unidades hacia el este y el sur, y hacerlo más rápido que Rusia”.
“Ucrania también necesitará cosas menos llamativas, como la munición de artillería de la época soviética, para alimentar sus cañones en una larga guerra de desgaste. Ese es el tipo de guerra que puede estar desarrollándose. El objetivo original de Rusia era envolver a las fuerzas ucranianas en el Donbás atacando su retaguardia, convergiendo en la ciudad de Dnipro. Si lo intentara ahora, después de haber abandonado Kiev y Sumy, sus propios flancos serían vulnerables a los ataques ucranianos desde el norte, y se arriesgaría a verse rodeada”, explicó la revista británica.
En tanto, una fuente del gobierno británico le informó al diario inglés que que los tanques y todo vehículo blindado resultarían cruciales para que las fuerzas de Ucrania pudieran contraatacar a los invasores rusos. Por el momento se supo que la República Checa está entregando diez. Faltan decenas aún.
“La apuesta de Putin -señala The Economist- es que puede desgastar al ejército de Ucrania antes de que Rusia se quede sin dinero”. Sin embargo, es probable que ocurra primero la insolvencia rusa. “Mark Cancian, del CSIS, otro centro de estudios, considera que a medida que aumenten las bajas, se agoten los suministros y disminuya la moral, los generales rusos tendrán que unirse y obligar a Putin a enfrentarse a los hechos. Pero antes habrá más combates”.
“Por el momento, Ucrania ha estado llevando a cabo una operación defensiva”, dijo Nicholas Drummond, antiguo oficial del ejército británico y analista de defensa. “Ahora quieren reconquistar territorio. Necesitan vehículos que les permitan asaltar posiciones en poder de los rusos”. Drummond dijo que el vehículo blindado sobre orugas Warrior sería el más útil porque tenía un alto nivel de protección, podía transportar tropas y tenía un cañón de 30 mm, según publicó The Times.
Pese al optimismo que reina en algunos militares ucranianos, sería un momento de pensar bien los próximos pasos. Analistas consideran que una cosa es expulsar a los rusos de los territorios que fueron tomados desde el 24 de febrero y otra muy diferente sacarlos de aquellos lugares donde están más asentados y desde hace más tiempo como Crimea o el Donbás. Expulsarlos de estos lugares requeriría de un contraataque a gran escala y con otro tipo de armamento.
SEGUIR LEYENDO: