La situación humanitaria en la ciudad ucraniana de Mariupol, situada a orillas del mar de Azov y de interés estratégico para las fuerzas rusas, sigue empeorando y más de 100.000 personas aguantan a duras penas en condiciones límite, sin los suministros más básicos.
La zona lleva semanas bajo asedio, a merced de acuerdos para establecer corredores de evacuación que, según las autoridades rusas, han permitido la salida hasta primeros de abril de más de 125.000 personas, informa la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Sin embargo, dentro aún habría más de 100.000 ciudadanos “al borde de la catástrofe humanitaria”, como advirtió el lunes el alcalde, Vadim Boichenko, en una rueda de prensa. Según la Inteligencia británica, son más de 160.000 y “la situación está empeorando”.
El Ministerio de Defensa británico, que elabora sus propios balances sobre la evolución del conflicto en Ucrania, ha alertado este miércoles que los vecinos de Mariupol “no tienen luz, comunicación, medicinas, calefacción y agua”. Los rusos estarían impidiendo el acceso de la ayuda, “probablemente” para buscar que las fuerzas ucranianas “se rindan”, ha apuntado Londres.
Boichenko lamentó esta semana los retrasos en las evacuaciones, a pesar de los teóricos acuerdos entre Kiev y Moscú, y apuntó que algunos ciudadanos directamente habían optado por salir en vehículos privados hacia Berdiansk, una localidad controlada por las tropas rusas, a través de una ruta “muy difícil e intermitente”.
Las fuerzas ucranianas han informado este miércoles que se mantienen los ataques sobre Mariupol, sin que por ahora haya un balance preciso de víctimas. Las autoridades ucranianas dan por hecho que serán miles y la ONU, que realiza un recuento independiente, admite que faltan datos de zonas que permanecen inaccesibles. Mariupol es una de ellas.
El control de este área es clave para los intereses de Rusia de consolidar un corredor terrestre entre la península de Crimea y las zonas del Donbás controladas por los rebeldes separatistas.
OFENSIVA RUSA
El Ejército ruso anunció ayer la ofensiva final para la toma de la ciudad portuaria de Mariupol (mar de Azov) después de que venciera el plazo para que las fuerzas ucranianas depusieran las armas y abandonaran la urbe en dirección al territorio controlado por Kiev.
“Hemos informado a Kiev en reiteradas ocasiones y por todos los canales accesibles de las propuestas sobre la posibilidad de retirarse de Mariupol de las unidades de las Fuerzas Armadas ucranianas que depongan las armas”, informó el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, el general Igor Konashenkov, en su parte vespertino.
Según el general ruso, desde las 6 de la mañana, hora local, de ayer se reiteró la propuesta a los militares ucranianos de entregar las armas y salir por una ruta segura a los territorios controlados por las autoridades ucranianas, la cual fue ignorada.
“Tomando en consideración el desinterés de Kiev de conservar la vida de sus militares, Mariupol será liberado de las unidades nacionalistas por las Fuerzas Armadas de Rusia y la República Popular de Donetsk”, alertó.
Precisó que en la mañana el Ejército ruso frustró un nuevo intento de evacuar al mando del batallón nacionalista Azov con el derribo de dos helicópteros Mi-8 que trataban de alcanzar la ciudad desde el mar.
(con información de EP)
SEGUIR LEYENDO: