Los franceses están llamados a las urnas los domingos 10 y 24 de abril. Llegarán con los ánimos contaminados entre las consecuencias de la pandemia y una guerra en su continente con imágenes estremecedoras. A tres días de la primera vuelta para las presidenciales en Francia, los candidatos esperan convencer con los últimos alientos de sus campañas, algunos concentrados en enmascarar sus simpatías por Vladimir Putin.
El presidente Emmanuel Macron, que sufre los efectos de un arranque proselitista tardío, primero por la crisis del coronavirus y después por la invasión rusa a Ucrania, ha llamado una “movilización general, de voluntades y de la acción” para ir a votar. Los márgenes para una segunda vuelta son tan estrechos que todo puede pasar.
“No crean en los sondeos y comentaristas que nos dicen que es imposible. Que la elección ya se jugó. Que es una formalidad. Recuerden, el Brexit la elección que parecía improbable. Nada es imposible”, arengaba a los “macronistas” el presidente de la República en su acto central en París, advirtiendo sobre la dimensión de un final apretado.
Los últimos sondeos reflejan este escenario de proximidades. Especialmente la ultraconservadora, Marine Le Pen, ha recortado distancia con el actual mandatario, lo mismo que el candidato de izquierda, Jean-Luc Mélenchon.
Emmanuel Macron sigue a la cabeza de las intenciones de voto en la primera vuelta, manteniéndose estable en un 27 % a lo largo de una semana, pero Le Pen y Mélenchon han avanzado 1 y 1,5 puntos respectivamente, hasta el 20,5 y el 16,5 % , según el Ipsos Sopra-Steria.
En cuarta posición, el ex comentarista de extrema derecha Eric Zemmour se destornilla de su umbral para avanzar dos puntos en una semana al 10%. La candidata republicana Valérie Pécresse sigue cayendo (-1) con intenciones de voto del 8%, indica este estudio para Le Parisien y Franceinfo.
Sin embargo, en otros relevamientos, la candidata ultraconservadora, Le Pen, gana un punto el martes, al 23% de las intenciones de voto en los barómetros para otros diarios, como el economico, Les Echos.
¿Será similar el papel de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2022 al de 2017, es decir entre Macron y Le Pen? Según una encuesta de Opinión 2022 realizada por el instituto Elabe para la cadena de noticias BFMTV , L’Express y SFR y publicada este martes, la brecha se está cerrando entre los dos finalistas de la votación anterior, al menos en el primer round.
La calificación de Emmanuel Macron y Marine Le Pen, aún hipotética en este momento para el segundo turno, el domingo 24 de abril, haría que el saliente acumulara un 53 % de los votos frente a Marine Le Pen con un 47%, cifras estables desde la semana pasada, señala Elabe.
La participación será otro desafío. El mismo trabajo de Elabe apunta a un riesgo significativo de abstención. En comparación con 2017, la participación podría ser significativamente menor. Solo el 62% de las personas inscritas en las listas electorales dice estar en esta etapa completamente segura de ir a votar y el 13% lo está considerando seriamente. En 2017 en el mismo período, el 68% estaba seguro de votar, lo que representa una caída de 6 puntos.
Los candidatos rusófilos
Tras las masacres de civiles en Bouchta, sobreviene, al menos ahora con mayor intensidad, la incómoda simpatía de ciertos aspirantes a la presidencia hacia Vladimir Putin. Marine Le Pen, Eric Zemmour y Jean-Luc Mélenchon, aunque con matices, han mostrado “cierta indulgencia” hacia el jefe del Kremlin, frase que utilizó para calificar la postura la candidata republicana, Valérie Pécresse
Siendo una sombra en estas elecciones, el nombre de Vladimir Putin resuena entre estos tres candidatos. La más comprometida, pero tambien la que ha sabido virar su campaña para evitar el lastre su atracción, es Marine Le Pen. Además, dado que la ultraconservadora tiene a su partido (RN) endeudado con un banco ruso.
Putin y Le Pen han hecho pública su proximidad. En otro contexto, antes de las elecciones francesas de 2017, la nuevamente aspirante al Elíseo, se reunía con el presidente ruso para sellar un acuerdo para un mundo de líderes fuertes que incluía a Donald Trump.
La “alianza” con el jefe en Moscú tiene lazos con varios países europeos. El triunfo, el domingo pasado, del primer ministro húngaro, Viktor Orban, copian estos rasgos. Una extrema derecha que ha visto en Putin un modelo político e ideológico contra la decadencia de las democracias liberales. En esa línea, tambien pueden estar Matteo Salvini en Italia o Santiago Abascal en España.
Pero en Francia, tambien el ex polemista televisivo, ahora candidato de ultra Éric Zemmour, previa a la invasión declaraba su entendimiento por el presidente ruso, reconociendo a las exigencias de Putin como “totalmente legítimas”.
Algo menos visibles, son las afinidades del líder de izquierda Jean-Luc Mélenchon. Nunca habiendo declarado su admiración por Putin, como sus rivales “radicalizados” de derecha, sin embargo acepta ciertos argumentos de los ideales rusos. Con la anexión de Crimea, durante 2014, este aspirante, responsabilizó sobre lo sucedido a los errores de la OTAN, llegando a calificar la operación de Putin, como una “buena noticia”.
El último intento de despegarse sucedió el domingo cuando los tres candidatos debieron reaccionar a las noticias provenientes de la ciudad de Bouchta, donde más de 300 cuerpos fueron descubiertos allí según las autoridades ucranianas, tras la retirada de las tropas rusas de la región.
Aunque inicialmente dudó en calificar este hecho como un crimen de guerra, en el estudio de la cadena BFMTV, Le Pen, la candidata por Agrupamiento Nacional decía: “A toda costa debe ser urgente una investigación por parte de la ONU y posiblemente por la corte penal internacional”. Y reaccionó: “Estos hechos son inadmisibles, es una auténtica barbaridad. Los responsables deben ser fuertemente condenados moral y diplomáticamente”, aunque sin referencias directas hacia Putin.
El candidato de la Reconquista, Éric Zemmour, si fue concreto. Acusado regularmente por sus competidores de estar a favor de Putin, hizo duros comentarios en Franceinfo contra el líder ruso. “Le diría a Vladimir Putin que es atroz, criminal, infame y que empaña la imagen de su país”, dijo. “Lo dije desde el principio: los rusos en guerra son capaces de los peores horrores”, agregó.
Finalmente, ante el horror, Mélenchon se mostró distante. Mientras sus detractores le echan en cara para denunciar, su pasada complacencia respecto a Vladimir Putin, el líder de izquierda refuta desde lo lejos, cuando decía: “Nada se puede decir o analizar en la actualidad en el contexto de la histeria propagandística sobre Ucrania y Rusia”.
Con este escenario, por estas horas se aceleran las últimas reuniones e intervenciones de la campaña oficial de los candidatos para ocupar el Palacio del Elíseo por cinco años. Ayer, Emmanuel Macron estaba de viaje en Bretaña, mientras Jean-Luc Mélenchon celebraba un encuentro en 12 ciudades gracias a una estrategia de “hologramas”.
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