Una protesta solitaria tuvo lugar en Moscú en memoria de las víctimas de las atrocidades de los soldados rusos en Bucha.
La acción fue llevada a cabo por un activista desconocido que se fotografió en varias zonas de la capital rusa tirado el piso con las manos atadas con una cinta blanca; en esta posición, se encontraron muchos civiles supuestamente asesinados por los rusos en Bucha, cerca de Kiev.
Bajo el título “Bucha-Moscú”, el activista realizó su protesta en zonas muy transitadas de Moscú: en los jardines de Alejandro, en el puente cerca de la Catedral de Cristo Salvador, en la calle Nikolskaya y en la peatonal calle Arbat.
De esta manera, intentó transmitir a los residentes de la capital rusa, que como todos los ciudadanos rusos están sometidos a la censura del Kremlin sobre el conflicto, información sobre lo sucedido en la región de Kiev cuando el ejército ruso la ocupó.
Se desconoce por el momento si el activista fue detenido.
La difusión en los medios de comunicación internacionales de fotos tomadas en Bucha en las que se ven cadáveres en las calles, algunos con las manos atadas detrás de la espalda o parcialmente quemados, así como fosas comunes, provocó una ola de indignación internacional.
Kiev acusa a los soldados rusos de haber masacrado a civiles. Moscú lo niega y afirma que es un montaje de las autoridades ucranianas, algo que el diario The New York Times desmintió a través del análisis de imágenes satelitales.
El presidente estadounidense, Joe Biden, afirmó el lunes que quiere un “juicio por crímenes de guerra” en Ucrania. Este martes, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky pidió ante el Consejo de Seguridad de la ONU que “se responsabilice” a Rusia por “crímenes de guerra”.
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