El papa Francisco se refirió una vez más a la crítica situación que padecen millones de ucranianos desde el pasado 24 de febrero, día en que Vladimir Putin ordenó una devastadora y sangrienta invasión a su territorio y provocara miles de muertes entre civiles y militares. En dos mensajes publicados en su perfil de Twitter, el Sumo Pontífice pidió rezar por las víctimas y dijo: “¡Todos somos culpables!”.
“Hay que llorar sobre las tumbas. ¿No nos importa la juventud? Me adolora lo que sucede hoy. No aprendemos. Que el Señor tenga piedad de nosotros, de todos nosotros. ¡Todos somos culpables! #Paz #Ucrania”, escribió Francisco en Twitter. Bajo los mismos hashtags, el Papa insistió: “La lógica de la guerra se ha impuesto una vez más, porque ya no estamos acostumbrados a pensar con la lógica de la paz. Somos tercos, estamos enamorados de las guerras, del espíritu de Caín”.
El jefe de estado vaticano evita desde hace 40 días condenar directamente a Moscú por la invasión y los crímenes de guerra que se acumulan a diario lo que hay provocado que recibiera críticas de diferentes sectores. Este domingo se conocieron imágenes dramáticas de decenas de civiles que fueron ejecutados por las tropas invasoras rusas en Bucha. La ciudad, a unos 50 kilómetros de Kiev, fue abandonada por las fuerzas de Putin en las últimas horas y a su huida dejaron un río de cadáveres en las calles, junto a fosas comunes y sótanos repletos de asesinados.
Ese mismo día, Francisco también usó sus redes sociales para referirse al conflicto. “Miles de personas se han visto obligadas a huir de Ucrania a causa de la guerra. Pero muchos también se han visto obligados a abandonar su tierra natal en Asia, África y América. Mis pensamientos y oraciones están con todos ellos”. Sus palabras formaron parte de la conferencia de prensa que celebró en el vuelo de regreso de su visita de dos días a Malta y en la que uno de los temas principales fueron los flujos migratorios a los países del sur de Europa.
Sin embargo, el Pontífice no dio los datos correctos: porque no son miles los refugiados ucranianos, son más de 4 millones los que sin agua, alimentos, combustible o medicina, y en su mayoría mujeres y niños, huyen de la barbarie de las tropas rusas.
Y la cifra va en aumento, porque siguen huyendo de sus hogares, de sus ciudades invadidas, creando la avalancha de refugiados europeos más grande desde la Segunda Guerra Mundial. Y según calcula la ONU, hay casi 6,5 millones desplazados internos en el país.
Además, la conjunción adversativa “pero” que eligió el Papa para su mensaje pueden herir aún más a quienes perdieron todo y dejaron atrás a parte de su familia por la ofensiva desatada el 24 de febrero pasado por Vladimir Putin.
La incómoda situación en la que se puso hoy Francisco no es un episodio aislado en este mes de conflicto. Durante todos estos días de violencia -calificados como crímenes de guerra por las potencias occidentales- Francisco ha evitado cuidadosamente nombrar al presidente ruso Vladimir Putin, o incluso a la propia Rusia, como agresor.
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