Las autoridades sanitarias alemanas anunciaron que, a partir del 1 de mayo, aquellos ciudadanos que den positivo no deberán guardar cuarentena de forma obligatoria, sino que será una “recomendación urgente”.
Tras un acuerdo entre los ministros de Sanidad de los estados y el federal, las autoridades dejarán de dar instrucciones oficiales respecto a los aislamientos y pasarán a recomendar cuarentenas de unos cinco días.
Sin embargo, los profesionales de la salud no se podrán beneficiar de esta medida y tan solo podrán dar por concluido su aislamiento por positivo una vez que puedan demostrar haber superado la enfermedad presentando una prueba con resultado negativo.
Uno de los principales objetivos de esta medida es evitar las ausencias masivas de personal laboral en caso de que los contagios aumenten, algo que en parte sucede desde principios de año, cuando Alemania entró de lleno en un gran brote de positivos provocado por al variante ómicron.
Hasta la fecha, la normativa vigente establecía que los positivos debían guardar una cuarentena de diez días, aunque si presentaban una prueba negativa a los siete días podían dar por finalizado el aislamiento.
El Instituto Robert Koch, la agencia oficial responsable del seguimiento de la pandemia en Alemania, reportó un total de más de 21,6 millones de contagios de coronavirus, así como 130.052 decesos a cuenta del virus.
Por su parte, los impulsores de la implantación en Alemania de la vacunación obligatoria contra la covid-19 a partir de los 18 años, entre ellos el ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, han desistido de presentar esa iniciativa ante el Bundestag (cámara baja) por entender que no tiene un respaldo mayoritario.
Esta propuesta era una de las que iban a someterse a votación el próximo jueves ante el Bundestag y estaba apoyada por parte de los socialdemócratas y los verdes, socios en la coalición del canciller Olaf Scholz, pero no por liberales, asimismo en la alianza de gobierno.
Se considera que sí tiene opciones de prosperar otra opción, presentada asimismo por diputados de los tres coaligados, más una parte de la oposición conservadora, partidarios de la vacunación obligatoria a los mayores de 50 años.
La iniciativa a favor de la vacunación obligatoria fue defendida inicialmente por el canciller Scholz, a finales del año pasado, aunque ya en ese momento se anunció que no se presentaría como proyecto de ley de la coalición, sino que se invitó a formular distintas opciones de forma suprapartidista.
Alemania levantó el pasado fin de semana prácticamente todas las restricciones por la covid, tras meses de incidencia al alza y coincidiendo con un descenso de contagios.
Se mantiene de forma general la obligación de usar mascarilla en el transporte y edificios públicos, mientras se ha relajado su uso en comercios no esenciales, restaurantes o cines, aunque con criterios dispares según las autoridades de cada “Land”, a los que compete su implementación.
El Instituto Robert Koch de virología (RKI) ha dado por superado el pico de la sexta ola de covid. La incidencia acumulada por siete y 100.000 habitantes se situó este lunes en 1.424,6 casos, con un total de 41.129 nuevos contagios en 24 horas.
La tasa de hospitalización, en cualquier caso, desciende, pero muchos centros sanitarios afirman estar al límite de su capacidad y tener que retrasar operaciones planificables, no por el número de pacientes sino por las elevadas bajas entre el personal.
En este sentido, el ministro de Sanidad y el RKI propusieron esta semana reducir la duración del aislamiento de los contagiados a tan sólo cinco días, una idea que, al igual que la relajación de las restricciones, ha sido blanco de duras críticas por parte de organizaciones del sector de la sanidad y otros ramos.
La tasa de ciudadanos con la pauta completa de la vacuna está en el 76,0%, mientras que un 58,8% recibió además la dosis de refuerzo.
(Con información de Europa Press y EFE)
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