Tyler-Jo Walker, de 23 años, enfrentó juicio ante un tribunal británico por haber forzado a una adolescente a tener relaciones sexuales con 17 hombres en un mismo día para que le pagara una deuda de 100 libras esterlinas (131 dólares).
La escort trabajaba para la agencia Premier Escorts usando el nombre de Georgie, se hizo amiga de la adolescente vulnerable en un parque y comenzaron a conversar por Instagram.
La adolescente, a quien le prestaron el permiso de conducir de Walker para que pudiera salir a beber, visitó un bloque de apartamentos en Sunderland para ver a Walker.
Walker, sin “ningún motivo”, pagó 47 libras esterlinas por el viaje en taxi de la joven, dinero que luego le cobraría.
“Cuando llegó, Tyler-Jo Walker abrió la puerta vistiendo solo su ropa interior. Cuando le preguntó qué estaba haciendo, la acusada le dijo que era una escort”, afirmó la fiscal del caso Sue Hirst ante la corte.
El tribunal escuchó que la adolescente estaba “conmocionada”, pero se quedó en el apartamento con Walker, quien pronto le dijo que ahora le debía 100 libras esterlinas por el taxi y otros artículos.
“Cuando pidió que le devolvieran el dinero, la demandante le dijo que se lo podría devolver el jueves, pero la acusada no estaba dispuesta a esperar”, explicó la fiscal.
Entonces las cosas tomaron un giro siniestro cuando Walker le dijo a la joven que tendría que tener relaciones sexuales con hombres para pagar el dinero que le debía.
“Ella le dijo a la policía que sentía que no podía decir que no porque la acusada estaba muy decidida a que esto tendría que suceder”, siguió la fiscal.
El tribunal escuchó que Walker hizo que la adolescente posara en ropa interior para poder tomar fotografías y presentarla como una posible trabajadora en la agencia de acompañantes, diciendo que tenía 18 años.
En cuestión de días se hicieron arreglos para que un hombre visitara el apartamento en Sunderland.
Cuando el hombre llegó la joven se asustó y salió corriendo, le dijo a Walker que no quería acostarse con él pero esta le respondió que iba a tener que hacerlo porque “¿de qué otra manera iba a pagarle?”.
La acusada la condujo arriba, habló con el hombre, preguntándole cuánto tiempo estaría allí y él respondió media hora. Dijo que costaría 80 libras esterlinas (104 dólares).
El tribunal escuchó que cuando el hombre se fue, Walker tomó el dinero de la adolescente, quien fue a ducharse.
“La denunciante se sorprendió al descubrir que el acusado había arreglado que otro hombre tuviera relaciones sexuales con ella ese día”, agregó la fiscal.
Con el segundo hombre pasó lo mismo, media hora de sexo y otras 80 libras (104 dólares). La joven quería parar y dijo sentirse angustiada. La respuesta de Walker fue tajante: “Es simple, te acostumbrarás”.
Ese día, Walker la forzó a acostarse con siete hombres, uno tras otro.
Otro día, se acostó hasta con 12 de los propios clientes de Walker, uno tras otro, y después cuatro o cinco hombres más asignados a la escort porque esta “no se sentía lo suficientemente bien” para atenderlos ella misma.
La joven duró unas dos semanas en manos de Walker, tiempo en el que se acostó con más de 30 hombres y cobró unas 3.000 libras (3.933 dólares). La escort por su parte se quedaría con una tajada de 700 libras (917 dólares).
El juez del caso Robert Spragg dijo que la actuación de Walker había causado un “impacto significativo” en la menor, y agregó que desde lo ocurrido le “ha resultado difícil seguir con su vida, ya que a menudo se encuentra pensando en ello, se avergüenza de ello y sin duda tendrá un efecto duradero en una chica que ya tenía problemas”.
El tribunal escuchó que Walker tiene problemas de salud mental y trastorno de estrés postraumático como resultado de relaciones pasadas abusivas.
El juez Spragg dijo que sus problemas de salud mental redujeron pero no extinguieron su culpabilidad por el delito.
Por su parte la defensa de la escort dijo que Walker desconocía que la adolescente tenía solo 16 años y que para ella solo estaba “ayudando a una amiga que quería hacer el mismo trabajo”.
Walker fue sentenciada a 16 meses de prisión, suspendida por dos años, con requisitos de rehabilitación y 120 horas de trabajo no remunerado.
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