China llevó adelante un gran ataque cibernético contra instalaciones militares y nucleares de Ucrania en los días previos a la invasión de Rusia, según informes de inteligencia ucranianos.
De acuerdo con esos reportes, que fueron obtenidos y publicados por el diario británico The Times, más de 600 sitios web pertenecientes al Ministerio de Defensa en Kiev y otras instituciones sufrieron miles de intentos de piratería que fueron coordinados por el gobierno chino, según el servicio de seguridad de Ucrania, SBU.
La agencia de espionaje reveló que, en una aparente señal de complicidad en la invasión, los ataques chinos comenzaron antes del final de los Juegos Olímpicos de Invierno y alcanzaron su punto máximo el 23 de febrero, el día anterior a que las tropas y los tanques rusos cruzaran la frontera.
La SBU dijo que los ataques buscaban infiltrar objetivos que iban desde las fuerzas de defensa fronterizas hasta el banco nacional y la autoridad ferroviaria. Fueron concebidos para robar datos y explorar formas de cerrar o interrumpir la infraestructura civil y de defensa.
Rusia también intentó paralizar las redes informáticas de Ucrania y comprometer los sitios web del gobierno antes de la invasión, pero la SBU dijo que los ataques chinos podían distinguirse porque las herramientas y los métodos eran característicos de la unidad de guerra cibernética del Ejército Popular de Liberación.
Fuentes de inteligencia estadounidenses, por su parte, indicaron que la información sobre un ciberataque chino a instalaciones del gobierno ucraniano antes de la invasión rusa era precisa. La embajada china no respondió a una solicitud de comentarios.
Beijing se ha negado a condenar al presidente Vladimir Putin por invadir Ucrania, y los analistas consideran que si esa actitud persiste, podría ser castigada con sanciones occidentales.
Cuando el presidente Xi recibió a Putin en el comienzo de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing el 4 de febrero pasado, los dos hombres firmaron una declaración conjunta declarando que los lazos entre los dos países “no tenían límites” y “no tenían áreas de cooperación ‘prohibidas’”. Posteriormente, Xi negó haberle pedido a Putin que retrasara la invasión hasta después de los Juegos Olímpicos.
Poco después, según la SBU, el gobierno ucraniano notó un aumento en los ataques de explotación de redes informáticas (CNE), que generalmente se utilizan para reconocimiento y espionaje. La agencia dijo que había visto un “aumento en la actividad contra las redes de nuestro país a mediados de febrero con operaciones activas del CNE que se realizan diariamente”. Alcanzó su punto máximo el 23 de febrero, el día anterior a la invasión, con ciberataques rusos y chinos.
El ataque tuvo objetivos militares clave, como el Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania y el Servicio de Guardia de Fronteras del Estado, así como servicios civiles, incluido el banco nacional y el ministerio de finanzas.
El momento del ataque parece confirmar que Moscú ya había informado a Beijing de sus planes de invasión, dijeron expertos en seguridad cibernética.
“Parece que no les importaba que los vieran, tenían el objetivo de ingresar y obtener lo que necesitaban lo más rápido posible”, dijo Tom Hegel, investigador principal de amenazas en SentinelOne, una firma de seguridad cibernética de EEUU.
Estos incidentes explicarían los esfuerzos de la diplomacia occidental para con Beijing durante el mes pasado cuando las bombas y la artillería rusas golpearon ciudades ucranianas, arrasaron Mariupol y mataron a miles de personas. Antony Blinken, el secretario de Estado de EEUU, llamó a Wang Yi, su homólogo chino, el 5 de marzo para instar a Beijing a distanciarse de la guerra.
Luego, la retórica estadounidense se endureció, y el presidente Joe Biden advirtió a China durante una llamada con Xi el 22 de marzo de “graves consecuencias” si brindaba apoyo material a Rusia.
El viernes, los líderes europeos celebraron una cumbre con China por primera vez en dos años, instando a Beijing a elegir entre sus socios comerciales occidentales o su aliado geopolítico en el Kremlin. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, transmitió a Xi las preocupaciones del bloque sobre Ucrania.
Steve Tsang, director del Instituto Soas China, dijo: “La cantidad de personas que China ha involucrado en operaciones cibernéticas es enorme. Muchos de ellos son parte del Ejército Popular de Liberación, que es parte del partido [Comunista Chino]. “Todos creemos que tienen una ciberfuerza que ataca a países. Si están trabajando en Ucrania, están apoyando a los rusos. Esto significa que potencialmente están sujetos a sanciones”, añadió.
Sam Cranny-Evans, experto en inteligencia y vigilancia del Royal United Services Institute, un grupo de expertos, dijo: “Los ataques sugieren un cierto nivel de colusión entre Rusia y China, lo que puede provocar evaluaciones revisadas de la naturaleza de las relaciones entre ambos países, y la voluntad de ambos de apoyarse mutuamente en operaciones militares. También puede plantear preguntas sobre qué otro apoyo brindará Beijing a la operación de Rusia en Ucrania y la posibilidad de que esto prolongue el conflicto”.
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