El balance de muertos del ataque perpetrado el martes contra el principal edificio administrativo de la ciudad ucraniana de Mykolaiv ascendió a 20, según confirmó este jueves el Servicio Estatal de Emergencias, que indicó que los trabajos de búsqueda continuaron durante la madrugada.
“Los trabajos continuaron toda la noche para retirar escombros y buscar a personas bajo los mismos en el edificio de la administración regional, destruida por un misil enemigo”, dijo el organismo a través de un mensaje en su cuenta en la red social Facebook.
Así, indicó que los equipos de rescate han recuperado 19 cadáveres en la zona, mientras que un herido falleció posteriormente en una unidad de cuidados intensivos en la que fue ingresado tras su rescate. “En estos momentos hay 47 rescatistas y nueve unidades de equipamiento trabajando en la zona”, ha recalcado.
El gobernador de la región, Vitali Kim, señaló el martes que las tropas rusas habían bombardeado el edificio y alertó de que el inmueble, de nueve plantas, había resultado gravemente dañado. Así, especificó que en el momento del ataque había entre 50 y 100 personas en el interior del edificio, que habría recibido el impacto de un misil. Poco después se registró un incendio en la zona.
Las tropas rusas han destruido el 15 por ciento de las casas de Kharkiv, en el noreste de Ucrania, según denunció su alcalde, Ihor Terkehov, durante un maratón televisivo del que ha informado la agencia ucraniana Ukrinform
“Durante los últimos 35 días, un total de 1.531 edificios fueron destruidos en la ciudad de Kharkiv, incluidas 1.292 casas residenciales. El ejército ruso destruyó 76 escuelas secundarias, 54 jardines de infancia, 16 hospitales. Un total de 239 edificios administrativos están en ruinas”, dijo Terekhov.
La ciudad de Kharkiv, próxima a la frontera rusa, ha estado bajo continuo bombardeo diario desde que comenzó la invasión rusa, que este jueves cumplió su trigésimo sexto día. Según dice la agencia, alrededor de un tercio de los residentes locales han abandonado ya la ciudad.
Ya el pasado 22 de marzo, el servicio de prensa del ayuntamiento de Kharkiv informaba de que casi mil edificios habían sido destruidos, de ellos casi 800 residenciales, y que la situación era ya de por sí difícil.
El ayuntamiento informó entonces de que el bombardeo de las zonas residenciales no se detenía y que eran continuas las tareas de desescombro y el trabajo de los voluntarios.
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