El presidente de Estados Unidos, Joe Biden y su par ucraniano, Volodimir Zelensky, hablaron sobre capacidades militares “adicionales” necesarias para ayudar al ejército de Ucrania, durante una llamada telefónica este miércoles, informó la Casa Blanca.
“Los dirigentes discutieron (...) los esfuerzos continuos de Estados Unidos y sus socios y aliados para identificar capacidades adicionales para ayudar al ejército ucraniano a defender su país”, indicó el comunicado tras una conversación que duró 55 minutos.
La Casa Blanca agregó que Biden había subrayado el impacto “determinante” de las armas suministradas por los estadounidenses en el curso del conflicto.
Biden le dijo además a Zelensky que Estados Unidos proporcionará a Ucrania unos 500 millones de dólares en ayuda directa, en el marco de la lucha de Kiev contra las fuerzas invasoras rusas.
El jefe de Estado ucraniano, por su parte, escribió en Twitter que “compartió su análisis de la situación en el campo de batalla y en la mesa de negociación”, al día siguiente de una nueva sesión de conversaciones entre Kiev y Moscú.
“Hablamos sobre apoyo defensivo específico, un nuevo paquete de sanciones mejorado y ayuda macrofinanciera y humanitaria” para Ucrania, agregó Zelensky.
Rusia, que lanzó su invasión a Ucrania el 24 de febrero, ha multiplicado en los últimos días señales contradictorias sobre sus intenciones militares y diplomáticas.
El Kremlin estimó el miércoles que no se ha producido ningún “avance” en las negociaciones sostenidas entre las dos partes en Estambul, lo que empaña las esperanzas generadas por otras declaraciones mucho más positivas el martes de funcionarios rusos.
Las autoridades ucranianas acusaron el miércoles a Rusia de bombardear un centro de la Cruz Roja en Mariúpol y la ciudad de Chernígov.
En el mes transcurrido desde que lanzaron su invasión de Ucrania, las tropas rusas no han logrado capturar ninguna ciudad importante. Su asalto se ha topado con la dura resistencia de las fuerzas de Zelensky y se ha detenido a las puertas de Kiev.
Los rusos, en cambio, han bombardeado y rodeado las ciudades, asolando zonas residenciales y expulsando de sus hogares a una cuarta parte de los 44 millones de habitantes. Más de 3,7 millones de ellos han huido al extranjero, la mitad a Polonia, país que Biden visitó el viernes.
Las líneas de batalla cerca de Kiev llevan semanas congeladas, con dos columnas principales de blindados rusos atascadas al noroeste y este de la capital. Un informe de la inteligencia británica se refirió a una contraofensiva ucraniana que había hecho retroceder a los rusos en el este.
“Los contraataques ucranianos y el retroceso de las fuerzas rusas en sus líneas de suministro han permitido a Ucrania reocupar ciudades y posiciones defensivas hasta 35 kilómetros al este de Kiev”, decía la actualización. Londres ha proporcionado a Ucrania armas y entrenamiento militar.
En un anuncio que parecía indicar objetivos más limitados, el Ministerio de Defensa ruso dijo que una primera fase de su operación se había completado en su mayor parte y que ahora se centraría en “liberar” la región separatista oriental de Dombás.
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