Alemania activó este miércoles el primer nivel de su plan de emergencia para garantizar el suministro de gas natural ante las amenazas de suspensión de las entregas rusas, anunció el ministro de Economía, Robert Habeck.
“Se ha abierto una célula de crisis en el ministerio” para supervisar la situación, después de que el G7 rechazara la exigencia rusa de pagar en rublos, explicó Habeck en una conferencia de prensa.
Este plan de emergencia tiene tres niveles de alerta y por el momento, “la seguridad del suministro” en gas está garantizada en Alemania, precisó.
Las reservas se encuentran actualmente en un 25% de sus capacidades, agregó el ministro, que alertó que si se suspenden las entregas habría “graves consecuencias” pero el país podría “encararlo”.
“El gas y el petróleo llegan actualmente conforme a los pedidos” y “la medida tomada hoy (miércoles) es preventiva”, apuntó Habeck.
Sólo en el tercer nivel de alerta, el más elevado, será necesario que el Estado “intervenga” en el mercado para “regular” la distribución.
El gobierno alemán pidió a los consumidores que ahorren energía ante la preocupación de que Rusia pueda cortarlo a menos que se le pague en rublos.
BDEW, la asociación alemana de la industria energética, aplaudió la medida gubernamental.
“Aunque todavía no hay escasez, es necesario que todos los implicados tengan una hoja de ruta clara en el caso de que se interrumpa el suministro”, explicó su presidenta, Kerstin Andreae. “Esto significa que tenemos que hacer preparativos concretos ahora para las fases de emergencia, porque si se corta el suministro las cosas ocurrirán rápido”.
El Kremlin insistió el martes en el pago en rublos del gas ruso entregado a Europa, rechazando las críticas del G7, para quien la exigencia es inaceptable.
El jueves, el gobierno ruso, el Banco Central y el gigante energético ruso Gazprom tienen que presentar al presidente Vladimir Putin un informe sobre la puesta en marcha de un sistema de pago en rublos.
La Unión Europea (UE), por su parte, no ha respaldado una prohibición total de las importaciones energéticas desde Rusia. Además del hecho de que el bloque depende de los combustibles fósiles rusos para que sus economías funcionen, muchos estados miembros y funcionarios comunitarios temen que el veto pueda ser contraproducente ya que Moscú podría vender su producción, especialmente el petróleo, a terceros países y posiblemente a un precio más elevado.
Pese a esto, en las últimas semanas, Alemania y otros países de la UE han dado pasos concretos para reducir su dependencia de los combustibles fósiles rusos debido a la guerra en Ucrania.
(Con información de AFP y AP)
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