“Violando las disposiciones de una declaración trilateral de los líderes de Rusia, Azerbaiyán y Armenia del 9 de noviembre de 2020, las fuerzas armadas de Azerbaiyán entre el 24 y el 25 de marzo entraron en la zona de responsabilidad del contingente ruso de mantenimiento de la paz en Nagorno-Karabaj y establecieron un puesto de observación”, denunció el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado. El comunicado añadió que se utilizaron drones de fabricación turca para atacar a las tropas de Karabaj cerca de la aldea de Farukh, también conocida como Parukh.
Bakú negó las acusaciones, dijo que “lamentaba la declaración unilateral del Ministerio de Defensa de Rusia, que no refleja la verdad”, y añadió que “Azerbaiyán no violó ni una sola disposición” del acuerdo de alto el fuego.
Los incidentes entre las fuerzas armadas de Azerbaiyán y Armenia han sido frecuentes en los últimos meses, pero el anuncio del sábado fue la primera vez desde el fin de las hostilidades por Karabaj en noviembre de 2020 que Moscú acusa a una de las partes de violar el incómodo alto el fuego.
Moscú denunció el estallido en el 31º día de la campaña militar rusa en Ucrania, con indicios de que ambas partes se atrincheraban para un conflicto prolongado en el país prooccidental. En este contexto, expertos creen que Azerbaiyán podría estar aprovechando la debilidad de las tropas rusas por la presión en la invasión para incursionar en la zona donde se supone que la misión rusa debe regir.
El Kremlin dijo el sábado que el presidente Vladimir Putin había discutido la situación con el líder armenio Nikol Pashinyan en dos ocasiones, el viernes y el jueves pasado y que en un comunicado oficial instó a Azerbaiyán a retirar las tropas. “Se ha enviado un llamamiento a la parte azerbaiyana para que retire sus tropas”, dijo el Ministerio de Defensa. “El mando del contingente ruso de mantenimiento de la paz está tomando medidas para resolver la situación”, agregó.
En 2020, Armenia y Azerbaiyán libraron una guerra por el enclave, largamente disputado, que se cobró más de 6.500 vidas. Un acuerdo de alto el fuego negociado por Putin hizo que Ereván cediera franjas de territorio y que Rusia desplegara un contingente de mantenimiento de la paz en la región montañosa.
Este sábado, además, el Ministerio de Defensa de la región escindida afirmó en un comunicado que los drones azerbaiyanos habían matado a tres personas y herido a otras 15.
“Las fuerzas armadas de Azerbaiyán siguen permaneciendo en la aldea de Parukh”, añade el comunicado. Armenia pidió a la comunidad internacional que impida los intentos destinados a “desestabilizar la situación en el Cáucaso Sur”. “También esperamos que el contingente ruso de mantenimiento de la paz en Nagorno-Karabaj tome medidas concretas y visibles para resolver la situación y evitar nuevas víctimas y hostilidades”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores armenio en un comunicado.
Ereván afirmó que la “invasión” de Parukh, de importancia estratégica, “estuvo precedida por constantes bombardeos de asentamientos armenios e infraestructuras civiles”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Armenia declaró a principios de esta semana que las tropas azerbaiyanas se adentraron el jueves en la aldea de Parukh -bajo control de las fuerzas de paz rusas- en lo que consideraron “una clara violación del acuerdo de alto el fuego”.
Armenia también ha advertido de una posible “catástrofe humanitaria” en Karabaj después de que se cortara el suministro de gas a la región en disputa tras las obras de reparación. Ereván ha acusado a Azerbaiyán de dejar deliberadamente sin gas natural a la población de etnia armenia de Karabaj, acusación que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Azerbaiyán rechazó por considerarla “infundada”.
Los separatistas de etnia armenia de Nagorno-Karabaj se separaron de Azerbaiyán cuando la Unión Soviética se derrumbó en 1991, y el conflicto que siguió se cobró unas 30.000 vidas.
Con información de AFP
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