Stuart Eager un hombre de 73 años acusado de pedofilia lleva tres años demandando a la cadena de hotereles británica Premier Inn la devolución de 107.50 libras esterlinas, unos 142 dólares, que pagó como parte de su estadía en una de sus sucursales la cual se vió truncada porque fue encarcelado.
Eager dice que se vió forzado a cancelar la reserva porque lo trasladaron a prisión a causa de una condena de abuso sexual a un menor.
El hombre había reservado la habitación en la sucursal de Portsmouth (Reino Unido) en mayo de 2019, pues el hotel quedaba cerca del tribunal donde se llevaría a cabo su juicio por delitos sexuales. Pero fue declarado culpable y enviado a prisión en tan solo cuatro días, así que pidió la devolución de lo correspondiente a las últimas dos noches.
Pese a su condena, un problema objetivamente más grave, Eager desató una campaña extraordinaria para recuperar la suma de dinero relativamente pequeña.
La historia de su obsesivo intento de recuperar sus 107,50 libras esterlinas surgió esta semana después de que Eager escribiera a The Daily Telegraph describiendo su queja y esperando solicitar ayuda para recuperar el dinero.
Contó cómo había reservado una estadía en un Premier Inn por seis noches, pagando el total a su llegada, cuando estaba siendo juzgado “tras una acusación falsa que se remonta a 30 años”.
“No tenía idea de cuánto tiempo podría durar el juicio. Duró solo cuatro días y el veredicto no salió como yo quería (los jurados a veces se equivocan). Me enviaron a prisión por cuatro años”, dice en su misiva dirigida al medio británico.
“‘Como no era posible llamar al Premier Inn desde mi celda de la prisión para cancelar las dos noches restantes, hice que mi abogado lo hiciera por mí. Era demasiado tarde para reembolsar la primera noche no utilizada, pero se esperaba un reembolso de £ 107,50 por la segunda noche”, agrega el condenado.
Según Eager, cuando fue liberado con libertad condicional dos años después de los hechos, comenzó una campaña pública de reclamos, la cual ha adelantado durante los últimos seis meses.
El convicto dice que el hotel niega tener rastro de la llamada del abogado y argumenta que la cancelación la debió haber hecho él mismo siete días posteriores a la reserva.
“Fue lo suficientemente mortificante como para cumplir condena por un crimen que no había cometido sin que Premier Inn intentara sacar provecho de mi desgracia”, escribió.
Sin embargo, su intento de conseguir simpatía del medio fracasó, así como hasta ahora ha fracasado su reclamo al hotel.
The Daily Telegrah investigó por su cuenta las razones de la condena del anciano y descubrió que esta se debía al abuso sexual de un niño del coro, un crimen descrito por la policía como “impactante” y “depravado”.
El niño, que ahora es un hombre adulto, inicialmente mantuvo su terrible experiencia en secreto y aparentemente desarrolló adicciones al juego y las drogas como resultado de reprimir todo lo que pasó.
“No fue hasta años después que finalmente encontró el coraje para hablar y buscar justicia. Usted sostiene que es inocente y ahora se ve a sí mismo como una víctima de la especulación injusta por parte de Premier Inn por una suma de £ 107.50. Dejando de lado por un segundo este sombrío trasfondo, una mirada a la información que me envió muestra que su abogado llamó a la recepción del hotel pero, por razones desconocidas, no pudo asegurar la cancelación y el posterior reembolso en su nombre”, respondió el medio en otra misiva al convicto.
Además, le señaló que estar encarcelado no era razón para no llamar a cancelar la reserva, pues en las prisiones se puede usar el teléfono, y que esta negativa parecía más bien una forma de evitar que el hotel investigara y descubriera la razón detrás de su condena.
“Dado esto, me sorprende que alguien como usted, que dice tener experiencia de primera mano de una acusación falsa, esté bastante feliz de arrastrar su nombre por el barro en un periódico nacional”, agrega la misiva.
El periódico agregó que no estaba preparado para realizar ninguna consulta en su nombre y le deseó a Eager “la mejor de las suertes”.
The Telegraph estaba obligado por la convención de mantener confidenciales las identidades de sus corresponsales y, por lo tanto, solo publicó sus iniciales.
Pero otros medios como The Daily Mail pudieron identificar a Eager y lo rastreó hasta una casa residencial en Swindon, Wiltshire, donde lo entrevistaron.
Él les dijo que no se disculpaba por lo ocurrido y que todavía quiere un reembolso de su dinero. Admitió que puede haberse “preocupado por el problema”, pero dijo que era poco probable que continuara con su reclamo contra Premier Inn a la luz de la respuesta.
También atacó a la escritora de Telegraph por su respuesta, diciendo: “Pensé que estaba fuera de servicio. Pensé que era un poco exagerado porque no estoy muy seguro de si era relevante. Mi reclamo fue contra el Premier Inn en Portsmouth en lugar de desenterrar lo que es historia”
El hombre dice que “no hay que creer en todo lo que se lee en internet” y defiende su inocencia. Además, afirma que su reclamo “es una cuestión de principios”.
En mayo de 2019, Eager fue condenado en el Tribunal de la Corona de Portsmouth por tres cargos de agresión indecente contra un niño de 11 o 12 años en la década de 1980.
El ex socio del bufete de abogados, que también era corista, agredió al niño en 1988 en una granja en Hampshire. Eager animó a su víctima a sentarse en su regazo y conducir su automóvil cuando lo llevó a casa.
Eager, quien previamente había sido condenado por delitos similares contra niños pequeños en las cercanías de Wymering durante la década de 1980, negó las acusaciones pero fue declarado culpable por un jurado unánime.
Después del caso, la sargento detective Julia Nicol, quien dirigió la investigación de la policía de Hampshire, dijo que la manipulación y el abuso perpetrados por Eager tuvieron un impacto significativo en la vida de la víctima.
“Tenía solo 11 o 12 años en el momento de estos delitos, lo que los hace aún más impactantes y depravados. El niño, ahora un hombre adulto, guardó este secreto durante décadas, durante las cuales luchó para hacer frente a la vida y la escuela, su identidad y sufrió terriblemente con su salud mental”, dijo.
“Le robaron la infancia y pasó su vida adulta tratando de aceptar el trauma”, agregó.
Pese a esto el hombre siguió negando las ofensas al ser confrontado por los medios.
Cuando se le preguntó si tenía alguna preocupación por su víctima, Eager dijo: “En cuanto al asunto al que se refería, no había ninguna víctima a la que debería considerar”.
“Sigo negándolo. Fue una acusación falsa y una condena injusta”, agregó.
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