Organizaciones de América Latina y el Caribe invitan a participar del Día Mundial de la Esperanza este 27 de marzo

Inspirada en una homilía histórica Papa Francisco, esta iniciativa llama a cada institución y a cada persona interesada a sumar sus esperanzas a través de un breve video que se puede compartir en las redes sociales

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Cada institución y cada persona están invitadas a sumar sus esperanzas en torno al Día Mundial de la Esperanza, a través de un breve video que se puede compartir en las redes sociales con la etiqueta #27M y #27MEsperanza.
Cada institución y cada persona están invitadas a sumar sus esperanzas en torno al Día Mundial de la Esperanza, a través de un breve video que se puede compartir en las redes sociales con la etiqueta #27M y #27MEsperanza.

Fue el 27 de marzo del 2020 cuando el Papa Francisco caminó solo por una Plaza de San Pedro empapada, y en una homilía histórica recordó a la humanidad: “Una espesa oscuridad ha caído sobre nuestras plazas, calles y ciudades; se ha apoderado de nuestras vidas, llenándolo todo de un silencio ensordecedor y de un vacío desolador, que lo paraliza todo a su paso: se palpa en el aire, se siente en los gestos, se ve en las miradas. Nos encontramos asustados y perdidos”.

Aquel día, inspirándose en el Evangelio de San Marcos, el Papa pronunció en nombre de Pedro las siguientes palabras a toda la humanidad que sufre, palabras que aún resuenan en el cosmos: “Estamos todos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente”.

Y agregó: “La tormenta desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas y superfluas seguridades con las que hemos construido nuestras agendas, nuestros proyectos, nuestros hábitos y prioridades”.

Ese momento extraordinario de oración con la bendición Urbi et Orbi, denominado también Statio Orbis, ha inspirado el Día Mundial de la Esperanza, una iniciativa del Instituto para el Diálogo Global y la Cultura del Encuentro, el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y el Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, junto con la Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama), la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos (CLAR), la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC), la Red Eclesial Panamazónica (Repam) y Cáritas América Latina y el Caribe.

El Día Mundial de la Esperanza es una invitación abierta a todas las personas a recorrer juntos, más allá de las diferencias, un camino de construcción de acciones concretas en distintas áreas temáticas.

Para participar y hacer parte de esta iniciativa, se puede visitar el sitio www.diamundialdelaesperanza.org. Cada institución y cada persona están invitadas a sumar sus esperanzas en torno al Día Mundial de la Esperanza, a través de un breve video que se puede compartir en las redes sociales con la etiqueta #27M y #27MEsperanza.

El deseo de los organizadores de esta “XXVII Jornada Mundial de la Esperanza” es que, dos años después de aquel momento histórico, recuperemos las palabras proféticas y terapéuticas del Santo Padre y las acojamos e interpretemos de nuevo en este tiempo post-pandémico pero con un nuevo conflicto bélico que trastorna el mundo.

Es que el mundo aún no ha salido de la pandemia, Europa está atravesada por una guerra con consecuencias geopolíticas y económicas más allá de las fronteras de los países intervinientes, con millones de refugiados, con un planeta y una región Amazónica que sufre el impacto socio-ambiental del cambio climático, con profundos problemas de inequidad muy lejos de ser resueltos.

“La esperanza es la más fuerte de las virtudes. La esperanza es el estímulo y la motivación sobre la que podemos establecer las bases de la construcción de un futuro. Cuando todo es incierto nos aferramos a la esperanza porque es activa y da las fuerzas para seguir luchando por lo que en verdad se quiere”, afirman los organizadores.

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