El Kremlin volvió a agitar el fantasma del uso de armas nucleares en la invasión a Ucrania mientras las tropas de Putin atacan en simultáneo varias ciudades del país.
Dmitri Medvédev, ex presidente ruso y vicepresidente del Consejo de Seguridad del país, dijo que Moscú podría atacar con bombas atómicas a un enemigo que sólo utilizara armas convencionales.
“Tenemos un documento especial sobre la disuasión nuclear. Este documento indica claramente los motivos por los que la Federación Rusa tiene derecho a utilizar armas nucleares. Hay algunos de ellos, permítanme recordárselos: el número uno es la situación, cuando Rusia es golpeada por un misil nuclear. El segundo caso es cualquier uso de otras armas nucleares contra Rusia o sus aliados”, enumeró.
“El tercero es un ataque a una infraestructura crítica que haya paralizado nuestras fuerzas de disuasión nuclear. Y el cuarto caso es cuando se comete un acto de agresión contra Rusia y sus aliados, que ponga en peligro la existencia del propio país, incluso sin el uso de armas nucleares, es decir, con el uso de armas convencionales”, disparó subiendo aún más la tensión con Occidente.
“Como ex comandante supremo, soy muy consciente de esto y todos saben que los objetivos de las armas nucleares de los países de la OTAN son objetos en el territorio de nuestro país, y nuestras ojivas están dirigidas a objetivos ubicados en Europa y en EEUU. Pero así es la vida”, ironizó.
El ex presidente insistió con la amenaza: “Nadie puede dudar en lo más mínimo que estamos dispuestos a dar una respuesta digna a cualquier infracción de nuestro país, de su independencia”.
Los comentarios provocaron que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en una comparecencia por videoconferencia en el Foro de Doha de Qatar, advirtiera que Moscú era una amenaza directa para el mundo. “Rusia está deliberando jactándose de que puede destruir con armas nucleares, no sólo un determinado país, sino todo el planeta”, advirtió.
Y recordó que Rusia dispone de unas 6.000 cabezas nucleares, el mayor arsenal del mundo.
El mandatario indicó que cuando Ucrania desmanteló su arsenal en la década de 1990 recibió garantías de seguridad de los países más poderosos del mundo, incluyendo Rusia: “Pero esto no se convirtió en garantías y de hecho uno de los países que se suponía que iba a entregar una de las mayores promesas de seguridad comenzó a obrar en contra de Ucrania y esto constituye la máxima manifestación de la injusticia”.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo a fines del mes pasado que las fuerzas nucleares de su país deberían estar en alerta máxima, lo que generó temores de que la invasión de Ucrania por parte de Rusia podría conducir a una guerra nuclear.
Tras esas declaraciones el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, describió la posibilidad como “escalofriante”. “La perspectiva de un conflicto nuclear, antes impensable, ahora vuelve a estar dentro del ámbito de la posibilidad”, dijo Guterres a los periodistas, y repitió su pedido de un cese inmediato de las hostilidades.
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