Ucrania acusó a Moscú el jueves de llevar por la fuerza a miles de civiles de la ciudad portuaria destruida de Mariupol a Rusia con el fin de usarlos como “rehenes” pata obligar a Kiev a rendirse.
“Vean lo que el ejército ruso ha hecho a nuestro país”, dijo Zelensky en su discurso al parlamento sueco. “Un mes de bombardeos parecidos a lo que hemos visto en Siria”.
En efecto, el ministerio del Exterior ucraniano dijo que las fuerzas rusas han llevado a 6.000 habitantes de Mariupol a campamentos en contra de su voluntad. Las tropas rusas han confiscado los documentos de identidad de otras 15.000 personas en un sector portuaria controlado por ellas, dijo el ministerio.
Además, la inteligencia militar ucraniana dijo que trasladan a los civiles a un campamento en territorio controlado por Rusia y de allí a zonas económicamente deprimidas del sur del país, o incluso a la isla de Sajalín en el Pacífico, donde les ofrecen empleos si aceptan permanecer por dos años.
Rusia, por su parte, dice que evacúa a miles de civiles por su propia voluntad.
Mientras tanto, al comenzar el segundo mes de la invasión, los dos bandos intercambiaron fuertes golpes en lo que se ha convertido en una guerra de desgaste devastadora. La marina ucraniana dijo que hundió a un gran buque de desembarco cerca del puerto de Berdyansk que llevaba vehículos blindados a las fuerzas rusas. Rusia dijo que tomó la ciudad oriental de Izyum después de un combate encarnizado.
Fotos y videos después del ataque naval mostraron llamas y gruesas columnas de humo.
Ucrania dijo que otros dos buques sufrieron daño y un tanque de combustible de 3.000 toneladas resultó destruido con el hundimiento del Orsk, causando un incendio que se extendió a depósitos de municiones cercanos.
En una cumbre de emergencia de la OTAN en Bruselas, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy suplicó a los aliados occidentales que enviaran aviones, tanque, cohetes, sistemas de defensa antiaérea y otras armas, y dijo que su país “defiende nuestros valores comunes”. El presidente estadounidense Joe Biden, que asiste a varias cumbres en Europa, aseguró que va más ayuda en camino.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que los jefes de la alianza acordaron enviar equipos para ayudar a proteger a Ucrania de un ataque con armas químicas. En torno de Kiev y otras zonas los defensores ucranianos parecen haber detenido a las tropas rusas, lo que genera temores de que el presidente ruso Vladimir Putin, frustrado por la situación, recurra a armas químicas, biológicas o nucleares.
En relación a las sanciones económicas y en una señal de que no la han paralizado, Rusia reabrió su Bolsa de Valores el jueves pero permitió transacciones limitadas. Las restricciones a una serie de acciones, incluidas las de los gigantes de la energía Gasprom y Rosneft, buscaban evitar una repetición de la venta masiva que tuvo lugar el 24 de febrero. Se prohibió a los extranjeros vender acciones y a los corredores vender a corto, una forma de apostar a la caída de los precios. El índice referente MOEX subió 8% al inicio de la rueda.
No está totalmente claro cuántos soldados rusos han caído en el intento de lograr los fines de Putin. Rusia no ha dado una cifra actualizada desde el 2 de marzo, cuando reconoció que tenía casi 500 soldados muertos y 1.600 heridos. La OTAN calcula que han muerto entre 7.000 y 15.000 soldados rusos. La cifra mayor equivale a las bajas rusas en un año en Afganistán.
Ucrania, por su lado, dice haber matado a seis generales rusos, pero Rusia solo reconoce uno.
Kiev ha brindado escasa información sobre sus bajas militares, y Occidente no ha dado a conocer su cálculo. Zelensky dijo hace casi dos semanas que habían muerto unos 1.300 soldados ucranianos.
Con información de AP
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