El primer ministro israelí, Naftali Bennett, en un mensaje con motivo del Año Nuevo persa, Nowruz, deseó a los iraníes un cambio de régimen político. “Nowruz significa literalmente ‘nuevo día’. Y ese es mi mayor deseo para ustedes, que vean un nuevo día, un día de libertad del cruel régimen iraní”.
Israel considera a Irán una “amenaza existencial” y ambos países están enfrentados desde la revolución islámica de 1979, que derrocó al Sha apoyado por Occidente. Las declaraciones de Bennett también se producen cuando Israel se ha opuesto con vehemencia a la reactivación del acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y las potencias mundiales.
En un video en inglés, Bennett afirmó que el pueblo israelí y el pueblo iraní tienen mucho en común. “Ambos somos pueblos vibrantes, con historias antiguas y ricas culturas, que buscan un futuro mejor”.
Y aseguró: “Juntos, también nos enfrentamos a una amenaza común: el brutal y opresivo régimen iraní, ya sean los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, la mayor organización terrorista del mundo, sus apoderados, o el Basij”.
“Sabemos que el régimen iraní no los representa y sigue negando la libertad que merecen”, insistió apelando directamente a los iraníes que quieren paz. Y agregó: “Esperamos que se liberen de este régimen cruel y despiadado y alcancen la verdadera libertad”.
“Nowruz Piruz, Feliz Nowruz. Que veamos un “nuevo día” en el que derrotemos a las fuerzas de la oscuridad con la fuerza de nuestra amistad”, dijo el premier. Y concluyó: “Espero que este nuevo año libere al pueblo iraní de los grilletes de la opresión del régimen y que su amor a la vida prevalezca sobre la tiranía y el terror. Anhelo el día en que podamos volver a ser amigos”.
Nowruz, otro sobreviviente de la revolución islámica
Con una historia que se remonta 3.000 años y que hunde sus orígenes en el zoroastrismo, Nowruz o nuevo día se celebra en el equinoccio de primavera y marca el año nuevo persa solar, en este caso el 1401.
Pero esta milenaria sobrevivió a la Revolución Islámica, que ha tratado en vano de suprimir esta festividad pagana.
Tras la revolución islámica de 1979, los ayatolás trataron de eliminar esta tradición, que representa el final de la oscuridad invernal y la llegada de la luz y la fertilidad, al considerar que se trataba de una fiesta pagana anti islámica.
“Pido a todos aquellos que celebran los rituales que llaman Nowruz que se moderen este año”, solicitó en 1981 el ayatolá Ruholá Jomeiní, fundador de la República Islámica de Irán.
Pero la llamada del líder supremo fue en vano.
Irán es un país mayoritariamente musulmán y los zoroastras representan una minúscula parte de su población, pero la festividad pervive y quizás sea la celebración más iraní que existe.
“Nos dijeron que no lo celebrásemos, que teníamos en su lugar el Eid al Fitr (fin del ayuno del Ramadán) o el nacimiento del profeta, que son fiestas musulmanas”, dice a Efe un vecino de Teherán. “Pero Nowruz es una festividad importante para nosotros, una tradición muy antigua. Seguimos celebrándolo”, afirma este empresario.
Como explica la escritora Ramita Navai “Nowruz y todo lo relacionado con ello es tan importante culturalmente para los iraníes como las festividades musulmanas”, por lo que el régimen “no podía ganar” en su intento de eliminarlo. “Es un recuerdo pagano del zoroastrismo y el régimen lo declaró anti islámico por ello”, continua la también periodista en su libro “City of Lies”, acerca de la capital iraní.
El historiador Ervand Abrahamian explica que tras la victoria de los religiosos el objetivo fue “islamizar Irán”.”Los extremistas pidieron eliminar Nowruz del calendario oficial y convertir las antiguas ruinas de Persepolis en un urinario público”, cuenta en su libro “A History of Modern Iran”. “Para ellos, cualquier signo de respecto por el Irán preislámico rezumaba paganismo”, afirma el historiador.
“Nowruz es el comienzo de la primavera, la llegada de la luz, cuando todo florece y las plantas crecen”, dice el vecino de Teherán. “Seguiremos celebrándolo, es parte de nuestra historia”, asegura.
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